Diariojudicial.com: Usted fue calificado por los exámenes psicológicos del Consejo de la Magistratura como “no apto” para ejercer el cargo de juez. ¿Cómo se siente en esta situación?
Me siento en principio sorprendido por el resultado, todo vez que yo considero ser una persona normal y en pleno uso de mis facultades mentales. El Consejo de la Magistratura decidió aprobar el reglamento para la realización de los informes psicológico y psicotécnico previsto en el artículo 41 del reglamento de concursos para la selección de magistrados. El artículo cuarto determinaba que “Los resultados de cada evaluación se expresarán con la fórmula “apto” o “no apto”, basándose en la presencia o ausencia de signos, síntomas, desórdenes y/o trastornos de la psiquis”. Yo venía concursando en el Consejo de la Magistratura desde el año 2000, rendí aproximadamente 60 concursos y fui ternado en 14 oportunidades para cubrir distintos cargos de primera instancia como de Cámara. Fui sometido a alrededor de 60 entrevistas personales, tanto con la Comisión de Selección cuanto con el plenario del Consejo y en ninguna de esas entrevistas personales, ninguno de los 20 consejeros detectó que yo tuviera signos, síntomas, desordenes y/o trastornos de la psiquis. Por lo tanto, considere que someterme a un examen psicotécnico, no me iba a traer ningún perjuicio considerándome que mis facultades mentales eran normales.
¿Cuándo se hizo el examen?
Creo que fue el 7 de marzo de este año. Yo en ese momento me encontraba en una situación de stress emocional muy grande porque en marzo estuve de turno con 16 comisarías. Mi secretaria había solicitado licencia por enfermedad y el día que yo había concurrido a realizarme el examen psicotécnico tenía 5 personas detenidas para ser indagadas en una de las secretarias de mi juzgado. Yo estaba pensando más en mi obligación funcional de indagar y resolver las situaciones de libertad de esas personas.
¿Esa situación de stress influyó en la evalución?
Si porque algunas de las consideraciones que realiza el psicólogo tienen que ver con esa situación de stress.
¿En qué consistieron los exámenes?
El procedimiento llevado a cabo por los psicólogos se trato de una entrevista personal de 5 minutos aproximadamente y luego la realización de una batería de test contestando preguntas y evaluándome a través de figuras en conjunto.
¿Cuántos psicólogos le hicieron la entrevista y en base a que giró?
Dos profesionales que no conocía. La entrevista giro al conocimiento de mi persona, cuales eran mis actividades, a qué me dedicaba fuera de la justicia, cuánto tiempo trabajaba para la justicia.
¿Y el resto de los tests?
El resto de los tests se trataba de una serie de cuestionarios de preguntas tipo que debían completarse en un tiempo breve para obtener respuestas rápidas. Luego la exhibición de las manchas de Rorschach, figuras para determinar mi creatividad o la posibilidad que yo tuviera de contestar las inquietudes que se me formularan. En total se llevó a cabo en un termino de dos a tres horas.
¿Cómo recibió el resultado del examen?
Por supuesto me causó una gran sorpresa. El problema que entiendo esta dado primero que el informe no diagnostica ningún signo, síntoma, desorden o trastorno en la psiquis. Lo que da es una serie de apreciaciones en cuanto a mi personalidad que manifiestan los psicólogos me alejarían del perfil de juez que determinó el Consejo de la Magistratura en la resolución 432/2004, que sería el mejor juez que ellos podrían llegar a seleccionar. Ese juez no existe, porque es un juez perfecto. Los seres humanos no somos perfectos. El único juez perfecto de toda la humanidad es Dios. Nosotros tenemos perfiles y personalidades diferentes que en un marco de un Poder Judicial democrático deben ser todas las personalidades admitidas por igual para ejercer la función judicial como cualquier otra persona. Para la función pública la Constitución Nacional no requiere más que la idoneidad en lo moral, en su capacidad para trabajar, en sus conocimientos pero no un perfil determinado de juez ya que la propia Constitución Nacional no requiere ni los test psicotécnicos ni psicodiagnosticos para los demás cargos del Poder Ejecutivo Nacional ni para los legisladores. El propio reglamento confunde lo que es un test psicotécnico con un test psicodiagnostico. El test psicodiagnostico determina si existe la presencia de enfermedad mental. El test psicotécnico lo que hace es una descripción de personalidad.
¿Cuál era su opinión cuando se enteró de que el Consejo de la Magistratura había aprobado los exámenes psicofísicos y psicotécnicos para los candidatos a jueces?
Mi opinión era favorable toda vez que no creo inconveniente que un candidato a juez de la mayor información al Consejo. En lo particular no me molesta ser sometido a un examen psicológico ni psiquiátrico siempre que las modalidades sean acordes a lo que la Constitución Nacional establece. No que se utilicen las conclusiones de un examen psicotécnico para hacerlo parecer como si fuera un examen piscodiagnostico. En mi caso creo que no se empleo ni lógica ni sana critica para evaluar el resultado del peritaje, sino que simplemente se contestó como no apto lo que resultaba simplemente un perfil de personalidad y no un psicodiagnostico. Cito al psiquiatra Vicente Cabello en su libro “Psiquiatría Forense en el Derecho Penal”, que censura a los pseudopsiquiatras y dice “desgraciadamente en no pocas ocasiones actúan como peritos pseudopsiquiatras sin experiencia clínica que no ven la enfermedad psiquiatrica y sin embargo sus enfáticos dictámenes son los que sustentan las sentencias judiciales causando grande daños morales y económicos”. Vallejo Nájera propone “drásticamente impedir que dictaminen en esta manera materia quienes no hubieran prestado servicio en un nosocomio durante un lapso determinado. Los psiquiatras de gabinete son fatales pues su inexperiencia clínica los lanza al fácil terreno de la especulación y las divagaciones”. En cuanto a la definición de enfermedad mental, Cabello dice que “enfermedad mental es el resultado de un proceso cerebral, orgánico o funcional que poniéndose de manifiesto mediante síntomas provistos de tipicidad acepta una eteología reconocida o postulada en cuya virtud se produce una alteración de la personalidad que imposibilita adoptar una conducta acorde con los valores sociales en vigencia. La presente definición de naturaleza notativa contiene cuatro elementos que conviene desarrollar: el proceso, la sintomatología, la causalidad y las alteraciones de la personalidad”. Ninguna de estas características resulta informado en el informe psicotécnico. Por lo tanto no se trata de un psicodiagnostico que determine una enfermedad mental. Sino una mera apreciación de lo que yo considero “psicólogo de gabinete” que no tienen experiencia clínica y jamás han visto a un enfermo mental en su vida.
El objetivo del examen no es determinar si una persona esta alterada mentalmente sino su personalidad para ocupar el cargo.
Sino es así, el reglamento dice que es así. Entonces cambiemos el reglamento y digamos que vamos a hacer un examen psicotécnico para determinar la personalidad de un candidato y ver si puede o no ser juez. En cuyo caso, si creen que por mi personalidad no puedo ser juez, voy a presentar una demanda ordinaria declarativa de certeza de inconstitucionalidad porque no lo requiere la Constitución Nacional. Además, viola expresamente los pactos internacionales de derechos humanos porque el Pacto de Derechos Civiles y Políticos permiten a acceder a los cargos públicos, en una sociedad democrática, a todas las personalidades y no a las determinadas por una mera resolución basada en la pura voluntad de 20 consejeros que, si bien tienen representaciones, en relación a las corporaciones que representan, no representan a la sociedad en su conjunto.
¿Le molesto que el consejero Miguel Ángel Pichetto haga pública con nombre y apellido su situación ?
Me molesto por supuesto. Pero lo entiendo ya que el consejero Pichetto lo hizo en aras de correr el velo de la hipocresía y defender mi postulación.
¿Lo deja más tranquilo que el presidente Kirchner haya enviado su nombre al Senado para ocupar la titularidad del Juzgado Correccional Nº 2 teniendo en cuenta que la comisión de Selección del Consejo le envió una nota informándole su situación?
A mi me deja tranquilo que el Presidente de la Nación con suma prudencia política, que tal vez es lo que le falta al Consejo de la Magistratura, haya enviado un mensaje solicitando el acuerdo del Sendo de la Nación. En relación a esa comunicación que le envió el consejero Beinusz Szmukler, la misma ha sido antirreglamentaria. Porque el consejero Szmukler es presidente de la Comisión de Selección y por reglamento la Comisión lo único que hace es aprobar dictámenes sometiéndolos a consideración del plenario para que se adopte una decisión en relación a si se comunica o no la calificación que había obtenido. El consejero Szmukler, ni autorizado por los integrantes de la Comisión de Selección ni por el plenario del Consejo, decidió reemitir esa información al Poder Ejecutivo Nacional sin sustento legal o reglamentario alguno. Yo creo que por motivos espurios, ya que el consejero Szmukler representa a un partido político que tiene un brazo piquetero formado por el Movimiento Territorial de Liberación....
Se refiere al partido Comunista
Sí.
Usted tiene tres causas por usurpación del inmuebles, y en una de ellas dispuso un desalojo, donde hay involucrados integrantes organizaciones sociales y piqueteras. ¿Esto tiene relación con su situación en el Consejo?
Yo creo que sí porque a partir de que empecé a meter la cuchara en las investigaciones de esas causas, que resultan álgidas políticamente, comenzaron las denuncias en el Consejo de la Magistratura, los escarches, tal vez las intimidaciones con una eventual remoción de mi persona como subrogante.
¿Por esta situación lo responsabiliza al consejero Szmukler?
Exactamente.
¿A él solo?
Sí.
¿Un sólo consejero puede tener tanto poder en un cuerpo de 20 integrantes?
Sí porque se trata del poder contramayoritario. Uno contra todos los demás y logra por medios astutos convencer a la mayoría o, aun contra la decisión de la mayoría, realiza lo que yo denomino medidas de acción directa como es la comunicación al Poder Ejecutivo sin la autorización de nadie.
¿Usted cree que para los que son calificados como no aptos debería haber un segundo examen?
Yo creo que el Consejo de la Magistratura debe dar la posibilidad de impugnación de las conclusiones del examen psicotécnico, de la misma manera que da la posibilidad de impugnar los antecedentes profesionales, y convocar a una suerte de consultores técnicos, imparciales, en mi modo de ver debe ser el servicio de reconocimiento medico del Poder Judicial de la Nación, con la posibilidad de proponer un perito psiquiatra de parte.
La calificación de no apto ¿influyó en su trabajo y vida privada?
En mi vida privada por supuesto. Ha traído gran pesar a mi familia, mis amistades, a mis relaciones. He sufrido un grave perjuicio moral por la trascendida que ha tenido ese informe. Además de que me ha afectado emocionalmente. ¿A quien le gusta ser tenido por loco cuando no lo es?
¿Se siente respaldado por la comunidad jurídica?
Sí. Me siento respaldado por la comunidad jurídica, por mi familia, fundamentalmente por el Presidente de la Nación que ha enviado el mensaje para proponerme como juez.
¿Sabe que hay un proyecto en el Consejo para que los jueces subrogantes que hayan sido calificados como no aptos en un concurso sean apartados de su cargo?
El consejero Szmukler, que no cesa en sus formas digamos antidemocráticas de excluir a los candidatos, ha presentado un proyecto proponiendo la exclusión “ipso facto” sin la aplicación del reglamento de remociones, sin la posibilidad de ningún tipo de defensa. Lo que resulta totalmente inconstitucional y contrario a los derechos humanos porque a cualquier persona se le garantiza mínimamente el debido proceso legal y la defensa en juicio.
¿Cree que hubo un “arreglo” entre los psicólogos que le hicieron los exámenes y los consejeros para calificarlo como no apto?
No lo puedo establecer. Es algo de difícil prueba. Pero me resulta sospechoso porque hay una serie de hechos que se van concatenando que a partir de mi ingreso en el juzgado y a partir de activar investigaciones en contra de organizaciones sociales que habrían usurpado inmuebles se producen una cantidad de hechos que vienen como un ataque a mi actividad jurisdiccional.
¿Cómo calificaría su personalidad?
Como una buena persona, que no le desea daño a nadie, que desea vivir tranquilo y darle un servicio de justicia al pueblo de mi país.
¿Lo avergüenza estar en esta situación?
No, para nada. Yo tendría que avergonzarme de haber cometido un delito o de haber faltado a la integridad moral de mi familia o mía. Ser perseguido no me avergüenza de ninguna manera.
¿Va a seguir presentándose en concursos?
Sí, me estoy anotando. Y voy a seguir presentándome cuantas veces lo desee.
¿Cómo se sentiría frente a un nuevo examen psicotécnico?
Muy tranquilo. Desearía que sea realizado por otros idóneos que no sean psiquiatras de gabinete, específicamente por el servicio de reconocimiento medico del Poder Judicial de la Nación que en mayo del 200 me entrevistó y concluyó que en el momento del examen no encontraron alteraciones patológicas, psicofísicas, ni elementos de juicio que me impidan ejercer el cargo.
¿Qué opina de la psicología?
Es una ciencia auxiliar de la psiquiatría.
¿Fue alguna vez al psicólogo?
No.
¿Qué espera de ahora en más?
Espero que esto sea útil y sirva para otras personas. Que se modifiquen los procedimientos, que se modifiquen las conductas de las personas que tienen poder. Que vean que el poder que tienen, deferido por el pueblo, lo es, no para motivaciones personales, sino para su servicio y que no tomen situaciones extremistas como las del consejero Szmukler que he leído a través de DiarioJudicial.com que aunque él se equivoque debían excluirse a los no aptos de toda candidatura para defender a la sociedad. Yo creo que si el se equivoca no esta defendiendo a la sociedad, lo que esta haciendo es perjudicándola porque le esta impidiendo tener un buen juez por una equivocación. Y si alguien tiene una equivocación, y yo como juez o como hombre las he tenido, lo importante es admitir los errores propios. No reconocerse ni un super hombre ni un super juez.