Se espera que el proceso en contra de Saddam siga el modelo del caso del ex presidente yugoslavo Slobodan Milosevic, quien tuvo que enfrentar en junio del 2001 a una corte especializada en crímenes de guerra de las Naciones Unidas en Holanda. El juicio contra Milosevic, que enfrentaba cargos de genocidio y crímenes de lesa humanidad, se ha llevado a cabo durante más de tres años con un cuidado especialmente meticuloso que busca mantener la imparcialidad a toda costa.
Michael Scharf, experto legal del Departamento de Estado norteamericano y quien ayudó a entrenar a los jueces iraquíes para el proceso contra Saddam, dijo que los estatutos del Tribunal Especial Iraquí garantizan los derechos del ex dictador y se basan en la ley internacional.
Los cargos que deberá enfrentar Saddam aún no han sido dados a conocer -por ello la defensa se queja del poco tiempo que se les ha dado para preparar el caso-, pero se espera que sean anunciados el primer día. Las acusaciones se centran en el papel que jugaron todos los acusados en una matanza de 143 personas ocurrida en 1982 en Dujail, una población mayoritariamente chiíta al norte de Bagdad después de un fracasado intento de asesinato contra el ex dictador.
No habrá jurado. El juez principal interrogará a los testigos y los cinco jueces decidirán la inocencia o culpabilidad del ex dictador y de otros siete acusados. Se permitirá que los jueces obtengan ayuda de asesores internacionales. Aún no se ha tomado una decisión en cuanto a si los rostros y los nombres de los magistrados intervinientes deberán ser dados a conocer o mantenidos en secreto.
Saddam se sentará con los demás acusados probablemente detrás de un vidrio de protección, para prevenir posibles atentados. Tiene el derecho de convocar testigos y en caso de ser encontrado culpable, podrá presentar varias apelaciones antes de la ejecución de la sentencia. Cada uno de los acusados tendrá al menos un abogado. Si resulta condenado, Saddam puede apelar al tribunal de nueve jueces que forma parte del tribunal especial iraquí nombrado para investigar los presuntos delitos cometidos por el ex dictador y sus colaboradores durante los 23 años que duró su gobierno. Si luego de haber agotado todas las instancias de apelación la condena se ratifica, esta deberá ser cumplida en un período de solamente un mes, independientemente de otros procesos legales.
Aparte de su insistente queja sobre la falta de tiempo para preparar una adecuada defensa, los abogados de Saddam se han mostrado por ahora renuentes a divulgar públicamente su estrategia antes del juicio. Sin embargo el abogado iraquí Abdel Haq Alani explicó que la defensa argumentará que Saddam disfruta de inmunidad según las cláusulas de la constitución previa del país. El letrado también dijo que la defensa argumentará que el juicio no es legítimo porque el tribunal que lo realiza fue creado por fuerzas de ocupación. Si bien el tribunal iraquí de cinco jueces fue establecido bajo la ocupación extranjera, su estatus legal fue confirmado este año por el parlamento nacional, un organismo electo democráticamente.