El hecho que motivó las condenas ocurrió el 2 de noviembre de 2004 cuando la pareja salía de un restaurante. De regreso a su casa mantuvieron un discusión dentro del auto por celos donde él le recrimino supuestas miradas a otros hombres. La discusión incluyó golpes y fue observada por la Policía que intervino y los llevó a la comisaría para que hagan la denuncia.
“La realidad es que nos golpeamos mutuamente. Yo le di en la cara con la mano y le marqué el labio y ella me dio en las gafas”, narró Miguel Ángel durante las audiencias, según publicó el sitio de internet Terra, y destacó que una de las causas de la agresión fue porque estaban un poco alcoholizados.
Sin embargo, la intención de la pareja, que convive hace 12 años con sus dos hijos, era dejar el conflicto en el ámbito privado. Pero por la intervención policial tomó parte en los hechos el fiscal que llevó la causa a juicio.
A pesar de la intención de la pareja de seguir viviendo juntos, el juzgado de lo Penal Nº 1 de Valladolid les condenó a tres meses de prisión y mantener una distancia de 50 metros entre si.
El abogado de la pareja se mostró sorprendido por la decisión del fiscal de mantener la acusación y calificó los hechos como “insignificantes”. También anunció que apelará el fallo ante la Audiencia Provincial (segunda instancia).