Según las estadísticas, el sistema de mediación tuvo durante estos diez años un gran éxito, al dar solución al 60% de los conflictos de las causas sorteadas. Por ello, con el fin de mantener un sistema que podría calificarse de exitoso, Paula Bertol presentó un proyecto de prórroga por cinco años, en la inteligencia que era necesario ese plazo para poder discutir una nueva ley de mediación.
En la Comisión de Justicia de la Cámara de Diputados, y luego de un amplio debate, consideraron que el plazo de cinco años era demasiado extenso, por lo se lo redujo a tres.
Los diputados de la comisión, entre ellos Jorge Vanossi, consideraron que para el efecto de la prórroga se produzca, era necesario hacerlo con la ley original de mediación. De esta manera fue votada en la Cámara Baja, siendo girado el proyecto al Senado.
La Cámara Alta, y luego de escuchar a la vice ministro de justicia, quien afirmó que ya casi tienen preparado un proyecto de reforma integral de la ley, se decidió que correspondía que la prórroga sea sólo de dos años -sin que los asuntos concernientes a la capacitación y antecedentes del mediador, monto y momento del cobro de los honorarios, entre otros, los que serían materia de la nueva ley de mediación- dilaten su tratamiento por más tiempo.
A su vez, Marcela Losardo, consideró que el proyecto aprobado por Diputados tenía una técnica legislativa errónea, ya que debió prorrogar la prórroga y no la ley original, ya que esta última ya no estaba vigente.
En la votación, el Senado modificó el proyecto estableciendo dos años en vez de tres. Dicha reducción fue aprobada por la Cámara de Diputados, transformando así el proyecto –que prorroga la ley original-, en ley.
Según la diputada Paula Bertol, debe no sólo instarse a la obligatoriedad de un procedimiento prejudicial de solución alternativa de conflictos, sino que debe trabajarse en extender el paradigma conciliador a toda la sociedad, por ejemplo, en las escuelas.