Crónica de una renuncia anunciada

El juez del Tribunal Superior de Chaco, Eduardo Omar Molina, renunció a su cargo en forma indeclinable luego de varios meses de enfrentamiento con el resto de los integrantes del tribunal. Hace dos meses un juez había pedido que se le iniciara un juicio político en la Cámara de Diputados. Entre otras cosas lo acusaban de utilizar un agente de la administración pública en provecho propio.

Las disputas con los otros cuatro jueces del tribunal no son nuevas, según cuentan fuentes judiciales de esa provincia. “En varios temas se diferenció del resto y era más frontal contra el Poder Ejecutivo”, agregaron.

Sin embargo, las diferencias se acrecentaron a comienzo de este año cuando Molina inició una investigación sobre la brutal represión policial en la localidad de Vilelas contra un grupo de familias que habían usurpado varias casas por estrenar. El hecho ocurrió el 5 de enero y tomó repercusión a nivel nacional. El trabajo de Molina, que ponía en peligro a varios funcionarios, finalmente fue anulado por el STJ.

Sin embargo, en el texto de la renuncia, que ya fue aceptada por el gobernador Roy Nikisch, Molina fue muy cauteloso. Allí advierte que su dimisión “se funda en razones personales” y asegura que su única vinculación con el Poder Judicial de su provincia será, a partir de ahora, a través del ejercicio de la profesión de abogado.

“Quedo despojado totalmente por propia decisión, de todo fuero o privilegio que amparan la función que he desempeñado hasta hoy. Este propósito se vincula a la decisión de prestarme inmediatamente a todo requerimiento que tenga la Justicia a mi respecto por hechos que han sido divulgados ampliamente y están en el conocimiento de la opinión publica”, dijo Molina.

No obstante, el ahora ex juez aclaró que “nadie asumió el carácter de denunciante” en el pedido de juicio político en su contra. “Se me enjuicia políticamente, pero nadie ha hecho denuncia alguna”, subrayó Molina, quien fuera, entre otros cargos, ministro de Justicia provincial y presidente de la Junta Federal de Cortes de la Argentina (JUFEJUS).

Y prosiguió: “tengo la conciencia absolutamente tranquila en cuanto a haber puesto lo mejor de mí y de haber entregado los años más fecundos de mi vida, a la Justicia del Chaco y de la Nación”. Al mismo tiempo, Molina expresó su agradecimiento “a todos y cada uno de los magistrados, funcionarios y empleados del Poder Judicial, que son los verdaderos artífices de la transformación y el mejoramiento de la justicia de nuestra provincia”.

Por último, Molina reconoció que tuvo “marcadas diferencias y posturas en diversas situaciones institucionales, y que esto produjo una fisura en el tribunal, en el que vengo actuando en soledad”. “Me parece que ante las circunstancias que se desataron y otras que han provocado finalmente el pedido de juicio político en mi contra, corresponde que yo exprese que luego de evaluar el cuadro de situación que hoy se vive en la marcha del sistema judicial, es necesario que yo dé un paso al costado como integrante del máximo tribunal chaqueño, para contribuir a que prosiga el normal y eficiente funcionamiento del Poder Judicial”, concluyó.



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