La decisión significa la unión civil de las personas del mismo sexo, pero sin reconocer otros derechos civiles como los de seguridad social, como ocurre en otras partes del mundo. Si bien la Corte no convalidó los matrimonios, establece que el patrimonio de una de las partes de la pareja pertenece a la otra siempre y cuando acrediten una convivencia mínima de dos años.
De esta manera, la Justicia amplió los derechos patrimoniales a las personas del mismo sexo. Hasta ahora, la legislación sólo reconocía ese derecho a las uniones entre parejas heterosexuales. Así, ante el fallecimiento de una persona homosexual, su patrimonio no era heredado por su pareja, sino por su familia.
Al mismo tiempo que la Corte emitió este fallo, el Congreso de Colombia analiza un proyecto de ley para ampliar los derechos de seguridad social para las personas del mismo sexo.
El fallo de la Corte generó polémica entre quienes están a favor y en contra de los casamientos homosexuales. “Es la primera vez desde que existe la Constitución Política de 1991 que se reconocen las parejas homosexuales. Si es sólo lo patrimonial es un paso a la igualdad y es un paso muy importante”, declaró a la agencia de noticias Reuters Marcela Sánchez de la organización Colombia Diversa.
En la vereda contraria se ubicó la iglesia. “Es contrario a la familia y al matrimonio. Se abre la compuerta para que ellos puedan adoptar niños. Los magistrados se han convertido en unos pervertidores de la niñez y de la juventud”, opinó Aurelio Cadavid del Consejo Pontificio para los Laicos.
En el mundo ya son varios los países que adecuaron su legislación a los derechos de las parejas del mismo sexo. En la ciudad de Buenos Aires se aceptan las uniones civiles pero no los casamientos. Los países que sí lo permiten son Holanda, Bélgica, España, Inglaterra y Canadá, donde en algunos también se acepta la adopción por parte de personas del mismo sexo.
Por otra parte, la semana pasada, el gobierno de Italia aprobó un proyecto para permitir las uniones de hecho entre parejas homosexuales y heterosexuales que ahora debe ser analizado por el Congreso. Esa iniciativa también cosechó opiniones en contra de la Iglesia.