22 de Noviembre de 2024
Edición 7097 ISSN 1667-8486
Próxima Actualización: 23/11/2024

Julio Federik, abogado del Grupo de Familiares y Amigos de las Víctimas del atentado contra la AMIA

“Si el Tribunal no encauza más severamente las preguntas, el juicio durará más meses de lo que está previsto.”

 

Medido en sus declaraciones, pausado al hablar, enfatizando casi siempre el final de sus frases. Con estas características se puede presentar al abogado querellante por el Grupo de Familiares y Amigos de las Víctimas del atentado contra la AMIA, Julio Federik, quien no duda al afirmar que aceptar la representación de este grupo era antes que nada "una obligación moral" y una "responsabilidad pública".
Federik habla de las coincidencias y divergencias que la DAIA y la AMIA mantienen con Memoria Activa, en cuanto a la estrategia de la distintas querellas en el juicio, y sostiene que existen diferencias en cuanto a la instrucción, pero que concuerdan con la existencia de un coche bomba, como el instrumento en el cual se colocó la carga explosiva que hizo volar la mutual judía. Con un curriciculum muy extenso en donde se destaca haber sido vicepresidente de la Federación Argentina de Colegios de Abogados y haber dictado varios cursos sobre juicios orales por expreso pedido de la Corte Suprema, entre varios más, este entrerriano, con más de 25 años de experiencia en el derecho, y que se caracteriza por el bajo perfil recibe a Diariojudicial.com en Pasteur 633, más precisamente en las oficinas de la DAIA, donde sin ningún problema acepta responder todas las preguntas que se le hacen respecto del mega juicio que se está llevando a causa del atentado que el 18 de julio de 1994 le costó la vida a 85 personas.
Durante la conversación, el letrado advierte que los familiares de las víctimas "sólo quieren la verdad", por lo que durante el transcurso del juicio "estamos abiertos a lo que se pruebe en el debate y vamos a sostener la acusación con lo que se pruebe". En ese sentido, hizo referencia a los veinte acusados de integrar la llamada conexión local y, acerca de su participación en el hecho, entendió que "con la prueba que hay no son los responsables como autores mediatos pero sí por haber aportado el elemento sin el cual no se habría realizado el hecho".

Diariojudicial.com: ¿Cuál es el análisis que puede hacer del desarrollo de la causa AMIA a casi dos meses de su comienzo?

Julio Federik: Este es un proceso que es enorme, en cuanto a la cantidad de imputados. Este proceso es sin ninguna duda un juicio que tiene una cantidad muy grande de gente acusada. Además, ha llevado una inusitada cantidad de meses en la instrucción que ha superado todos los plazos del código procesal y debemos aclarar que es cierto que no todas nuestras estructuras investigativas estaban preparadas para este tipo de objeto procesal. Esto marca que todo este juicio es entonces atípico por donde se lo mire.

Dju: ¿Dónde se manifiesta este carácter atípico del proceso?

JF: Por la gravedad en si misma, por la cantidad de sujetos procesales, por la cantidad de tiempo que insume, que de alguna manera conspira con la naturaleza de la inmediación que tiene el juicio oral. Acá se le toma declaración a las personas y los testigos para que las partes saquen sus conclusiones de las cosas que dijeron y que dejaron de decir en la audiencia y eso ocurre siempre en los juicios orales. Esa inmediación se produce cuando el juicio es normal. Aquí vamos a tener que alegar tanto fiscales, acusadores públicos, los querellantes, acusadores privados y los defensores sobre testimonios que se produjeron a través de un largo debate. Entonces esta inmediación en algún punto esta resentida por la naturaleza de todo este juicio.
Por otra parte, con una instrucción tan compleja, tan dilatada en el tiempo y tan enorme en cuanto a su voluminosidad, también permitió que en la primer parte del juicio, luego de las tediosas lecturas, se planteara un debate muy profundo que nosotros denominamos cuestiones preliminares. Pero ese debate no fue tan profundo ni extenso, se agotó en forma muy rápida, seguramente esto pasó por cuestiones tácticas y no se plantearon todas las cosas que pudieron haberse planteado. Hubo pocos planteos y no fueron muy importantes, por ejemplo, no hubo nulidades muy importantes.

Dju: ¿Qué opina sobre la instrucción suplementaria?

JF: No creo que afecte la causa, en un juicio como este era obvio que la instrucción suplementaria iba a ser amplia. Generalmente está colocada para permitir a las defensas que se cumplan aquellas pruebas que el juez de instrucción no permitió que se cumplan. Entonces cundo se pasa al juicio oral se pide la suplementaria. En este caso el tribunal ha ordenado medidas de prueba nuevas sobre un montón de puntos, pero no se busca perjudicar a nadie. En un juicio normal la suplementaria se agota antes de la prueba, cuando se llegue a los alegatos van a estar todas las medidas de prueba. Ese será el momento en donde se dirá "esto fue así o no". Porque una cosa son las conclusiones a las que se llega en los servicios de inteligencia, otras son las que se obtienen de alguien que revisa algo parcial y otras son a las que se llega desde lo técnico jurídico en un proceso penal, totalmente diferente. Acá la conclusión debe surgir de la prueba.

Dju: ¿ Cómo vio las declaraciones de los imputados y la de los testigos?

JF: Las declaraciones de los acusados fueron también muy atípicas, muy pocos accedieron a declarar, otros no aceptaron preguntas, lo que obligó al Tribunal Oral Federal N3 a que incorporará por lectura las declaraciones de los imputados, fue una cuestión muy rara. Porque la gente declara o no declara pero nunca lo hace a medias. Por otro lado, cuando se comenzó con los testigos fue también algo raro. Porque es lógico que si tenemos 1500 testigos la mayoría no haga aportes del todo significativos y nos vamos a empezar aburrir, pero si las partes hubieran presentado 70 testigos todos estaríamos con toda la atención para ver que dicen o dejan decir. Aquí hay testigos que vieron una cosa, otros que sintieron tal otra, es decir, de cada uno sacaremos los 100 gramos de verosimilitud, los 100 gramos de aporte de cada testigo. Pero de todos modos hay que tener en cuenta que si bien el testigo es el gran aporte del juicio oral, hay cosas que no se pueden probar mediante testimonios.

Dju: ¿Le preocupa que de todos los testigos sólo dos hayan visto la Renault Trafic?

JF: A mi no preocupa para nada, en primer lugar porque la mayoría de los que vieron la Trafic murieron, ya que eran los que estaban cerca o dentro de la AMIA. La gente a través de su memoria evoca hechos que están anclados por alguna circunstancia en especial, no son hechos que queden. Es muy difícil porque así funciona la memoria, además el hecho de que sólo dos testigos hayan recordado la presencia de la Trafic, estamos hablando de Nicolasa Romero y de Carlos Heidenreich, demuestra que la acusación esta jugando limpio. Nosotros podríamos hablar con los testigos, porque lo que esta prohibido es inducir a que estos mientan, nosotros representamos a los familiares de las víctimas que sólo quieren la verdad, no les interesa seguir tal o cual hipótesis. Yo no tengo ninguna duda en dejar de lado lo que pienso si encuentro una prueba que me dé argumentos mayores de los que tengo ahora. Mal podría representar a los familiares de las víctimas si tengo una actitud cerrada a las pruebas que aparecen.

Dju: ¿ Tiene alguna conclusión acerca de cómo podría terminar el juicio?

JF: Por mi experiencia de más de 25 años en juicios orales, estos no permiten sacar conclusiones hasta que no se tiene todo el universo pericial, hasta que no se tiene todo el horizonte de la prueba, hasta que no vemos todo lo documental. Hasta que no se tiene todo esto y vemos como se engancha una prueba con otra, no podemos sacar conclusiones apresuradas porque serían conclusiones inamisibles en el juicio oral y son de gente que no conoce el debido proceso, o que conociéndolo, las usan para generar ciertos impactos. La única manera de sacar las conclusiones es cuando está toda la prueba y tenemos que alegar.


Dju: ¿Por qué las querellas están divididas?

JF: Las querellas deberían unificadas, pero como todo el proceso es tan atípico quedaron dos lugares para los acusadores privados. Por eso el grupo de Familiares y Amigos de las Víctimas decidió unirse a la AMIA y a la DAIA, no fue una decisión profesional sino fue netamente política, lo que no fue fácil, ya que cada uno quería ir por su parte.

Dju: ¿Cómo ve la posición de Memoria Activa?

JF: La posición de Memoria Activa puede ser dispar en algunos aspectos, pero en otros como por ejemplo en la existencia del coche bomba estamos de acuerdo. Son muy duros con el tema de la instrucción, en cambio yo tengo una posición de apertura respecto a ese tema, esto significa que estoy colocándome en forma abierta a la prueba y no voy a sostener un disparate por cualquier cosa que surja en el debate, sería contrario a la crítica racional, que es el sistema con el que se arma la sentencia. Esta posición de apertura es la misma que tiene el tribunal y es la que debe tener el abogado de los familiares. Estamos abiertos a lo que se pruebe en el debate y vamos a sostener la acusación con lo que se pruebe.

Dju: ¿Cree que las preguntas que se hacen en el debate son inconducentes?

JF: La inconducencia de las preguntas tienen que ver con las tácticas que usan las defensas en cada momento. Yo no soy nadie para juzgar cómo preguntan las distintas partes, es claro que el TOF ha tenido una posición abierta. Quiero que cuando me toque a mí interrogar a los testigos que presenten las otras partes, tengan con nosotros la misma apertura que ha tenido para las defensas, para que de esta forma se tenga una posición de equilibrio.

Dju: ¿Las defensas intentan desviar la atención del objeto procesal?

JF: Las defensas hacen su juego, es el tribunal el que debe trazar los bordes. Hay muchas preguntas que no se sabe a donde van, hasta el defensor de (Juan José) Ribelli, le planteó el objeto de una pregunta al juez (Gerardo) Larrambebere. Si el TOF no encauza más severamente las preguntas, el juicio durará más meses de lo que está previsto.

Dju: ¿ Cómo ve la posición del Tribunal respecto de este tema?

JF: Esta siendo muy amplio en la consideración, no tanto en la pertinencia, sino en la conducencia de las preguntas. Una pregunta es pertinente cuando tiene vinculación con el objeto, pero es conducente aún cuando siendo impertinente sirve para algo a los efectos de la verdad en la que estamos empeñados es descubrir. Se ha permitido que se repitan algunas preguntas. No se puede evitar el tener que permitir tantas preguntas repetidas cuando hay tantas partes en juego, pero las autoridades nos han pedido a todos que prestemos la mayor atención posible para que esto no suceda.

Dju: ¿Los imputados son los verdaderos responsables?

JF: Esta pregunta se la puedo contestar al final del juicio. Yo he dicho que estoy representando una parte que los ha sentado en el banquillo, ahora todo imputado tiene la posibilidad de defenderse y este juicio les permite que se revea todos los datos en su máxima expresión. Hoy entiendo que con la prueba que hay, los imputados no son los autores pero sí son partícipes por haber aportado el elemento sin el cual no se habría realizado el hecho. Pero cuidado, estamos recién en el 15 por ciento del juicio.

Dju: ¿ Cuál es su anhelo para el final del proceso?

JF: Mi anhelo es que se pueda saber qué fue lo que pasó y que consecuentemente se haga justicia. Nosotros no estamos para afirmar o reafirmar ciegamente las cosas que se hicieron o dejarse de hacerse, nosotros estamos para respetar lo que se hizo bien y para criticar lo que se hizo mal. Yo quiero ver toda la prueba, no compro nada sin ver la prueba. Todas las evaluaciones que podemos hacer son parciales, la evaluación final se hará cuando este todo el horizonte de la prueba.

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