Las reformas a la ley 19.925 sobre expendio y consumo de bebidas alcohólicas ya comenzaron a discutirse en la Cámara de Diputados. El cumplimiento de todas las modificaciones que se produzcan será fiscalizado por el Ministerio de Salud.
En lo principal, el proyecto propone una severa restricción en la publicidad de las bebidas alcohólicas pero también campañas para concientizar sobre los riesgos de beber en exceso. Por ello, una de las medidas propuestas es que las botellas lleven etiquetas que adviertan sobre el exceso en la ingesta de alcohol y aconsejen sobre los modos de beber sin riesgos.
Al respecto, la Comisión de Salud fijó que la etiqueta deberá ocupar el 25 por ciento de la botella y otra comisión propuso que la recomendación sea fácilmente legible, con letras negras sobre fondo blanco, y que el tamaño de las letras sea proporcional al envase.
Respecto a la publicidad sobre alcohol, el proyecto prohíbe que sea en las calles y rutas, en eventos deportivos, cualquiera de las posibles variantes comerciales (directa o indirecta; publicaciones físicas o virtuales) y aquellas destinadas a menores de edad. Así también las prohíbe en actividades culturales donde haya presentes menores. Por otra parte, las empresas de bebidas alcohólicas no podrán ser auspiciantes ni patrocinar actividades deportivas.
Los medios de comunicación tampoco están exentos del proyecto. Los programas de televisión, luego de una publicidad sobre productos alcohólicos, deberán proyectar durante tres segundos una advertencia a pantalla completa sobre el consumo excesivo. Lo mismo para las radios donde un locutor deberá advertir durante tres segundos sobre los riesgos.
Por último, y sobre el comercio, no se podrá vender alcohol en estaciones de servicios.