Astiz estuvo detenido desde el 1 de agosto por orden de la jueza María Servini de Cubría, ante una solicitud de un juez italiano por el secuestro, tortura y desaparición de tres ciudadanos ítalo-argentinos durante la dictadura militar. Sin embargo, el ex marino fue liberado el pasado 14 de agosto luego de que el gobierno argentino rechazara su extradición, solicitada por la justicia de Italia y de Francia.
El juez Claes Djurberg, que recibió la nueva petición del fiscal, decidirá esta semana si emite o no la orden de arresto.
En marzo de este año, el padre de la joven sueca, Ragnar Hagelin, presentó una denuncia en Estocolmo contra cuatro oficiales superiores de la marina argentina.
Los oficiales acusados de secuestro, torturas y asesinato son Astiz, el almirante Eduardo Emilio Massera y otros dos militares de alto rango cuya identidad no fue precisada.
La orden de arresto debe ser emitida antes del 26 de enero de 2002, ya que para esa fecha expira el plazo de 25 años establecido por la ley sueca para el juzgamiento de estos delitos.
Por ello, el padre de Dagmar expresó hoy su felicidad por el pedido de arresto. "Llevo luchando casi 25 años y es evidente que esta es una gran noticia. Por eso estoy feliz, aunque no sé cómo va a terminar la historia", declaró a la prensa.
Astiz fue condenado en Francia en 1990 en ausencia a cadena perpetua por la desaparición de las monjas Léonie Duquet y Alice Dumón en Buenos Aires.
El pedido de extradición no fue aplicado entonces por las autoridades argentinas, ya que el ex marino estaba protegido por las leyes de Punto Final y Obediencia Debida.
Pero el fallo del juez federal Gabriel Cavallo que declaró la inconstitucionalidad de esas leyes volvió a dar posibilidades a numerosas víctimas y sus familiares en todo el mundo.
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