Lo que sucede en estos casos es que los cargos ofrecidos, son de carácter transitorio y por ese motivo el empleado pedido, no quiere renunciar a su puesto efectivo en la Justicia Nacional.
La transferencia siempre implica una mejora salarial para el empleado y un ascenso funcional, que enriquece tanto el currículum como el bolsillo. Terminada la suplencia que originó el pase temporal, el empleado o funcionario volverá tranquilo a ocupar su puesto anterior.
Sin embargo se han detectado casos de licencias exageradas que generan una distorsión en el escalafón del puesto de origen. Es el caso del expediente caratulado “De Villafañe, Cecilia Beatriz S/ licencia” en el que la Corte, y luego el Consejo, han venido prorrogando, año a año, la licencia sin goce de haberes solicitada desde el año 1999.
A pesar de la conformidad expresada por la titular del juzgado de origen y por el presidente de la respectiva Cámara, el Consejo consideró que ocho años son demasiados para esta situación, que si bien no es imputable a la interesada, desvirtúan la excepcionalidad de la licencia requerida en la norma (Reglamento de licencias para magistrados, funcionarios y empleados de la Justicia Nacional, aprobado por acordada 34/0977 y modificada por las 15/86, 27/87, 12/04 y 23/06).
La solicitante de la licencia se desempeña como secretaria letrada en la Asesoría General Tutelar del Ministerio Público de la Ciudad de Buenos Aires y la licencia concedida en el año 1999 se hizo en virtud de la falta de aprobación de la estructura orgánica del Ministerio Público de la Ciudad y la consecuente imposibilidad de llamar a concurso para cubrir los cargos en forma definitiva.
Este tipo de licencias dilatadas en el tiempo, conspiran contra las expectativas de quienes se vienen desempeñando en forma interina en los puestos que el solicitante de la licencia deja temporalmente vacante.
Con motivo de la denegatoria de la licencia solicitada en este expediente, el Consejo aprovechó para hacer saber a las cámaras y tribunales orales de todos los fueros del Poder Judicial de la Nación que en lo sucesivo no se dará más trámite a las solicitudes de prórroga de licencias de agentes que se desempeñen en otro poder del Estado.
La decisión del Consejo puede ser una especie de “adelanto de opinión” de lo que piensa el oficialismo de las licencias que a veces piden funcionarios y magistrados tanto de la Justicia Nacional como del Ministerio Público, tentados, en estos otros casos, por cargos políticos.
Como se sabe, las funciones ejecutivas son de corta duración –en el mejor de los casos, mientras dure el gobierno de turno-, lo que contrasta con la estabilidad que brinda el Poder Judicial.
Los que se beneficiaron con las licencias y el puesto guardado han sido los fiscales Roberto Quantín y José María Campagnoli que pidieron licencia para asumir en la Secretaría de Seguridad de la Nación, durante la gestión de Gustavo Béliz en el Ministerio de Justicia. Un año después, terminaron su gestión y volvieron al Ministerio Público. Ahora, el fiscal federal Carlos Stornelli, analiza pedir licencia para asumir como ministro bonaerense, si Scioli gana las elecciones.
Lorenzetti ya opinó al respecto en la Conferencia Nacional de Jueces que se llevó a cabo en septiembre de este año en Salta. Para el presidente de la Corte "si un juez se va a la política, debe renunciar, o está en la Justicia o está en la política".