En el marco de uno de los procesos de selección de jueces con más inscriptos desde que comenzó a funcionar el Consejo de la Magistratura de la Nación, la Comisión de Selección del cuerpo llevó a cabo este viernes la prueba de oposición del concurso 189, destinado a cubrir 11 cargos juez de cámara de tribunales orales de la Capital Federal, de la que participaron 121 aspirantes del total de 188 que se habían inscripto inicialmente.
El examen se llevó a cabo en dos salas del cuarto y quinto piso del edificio del Colegio Público de Abogados de la Capital Federal, ubicado en Corrientes 1455, y se extendió por casi ocho horas, tiempo máximo que tuvieron los postulantes para redactar un proyecto de sentencia a partir de un caso hipotético planteado por el jurado.
La prueba estuvo controlada por el consejero juez Luis María Cabral, que relacionó la gran cantidad de participantes con las características del cargo a cubrir: “La función de juez de tribunal oral es una de las más preciadas por quienes tienen trayectoria, carrera judicial o experiencia en la profesión en materia penal. Es el cargo que se destaca como el papel del juez propiamente dicho”, sostuvo el magistrado.
Ahora, los exámenes deberán ser corregidos por el jurado y al puntaje obtenido se sumará la calificación de los antecedentes de cada uno, lo que determinará el orden de mérito. Luego, los que alcancen los mejores puntajes serán entrevistados por los consejeros de la Comisión de Selección como paso previo a la elaboración de la terna definitiva que será remetida al Ejectutivo.
El concurso 188 fue abierto para cubrir las vacantes de juez de cámara en los Tribunales Orales de la Capital Federal números 4, 8, 16 (dos cargos), 17, 18, 20 (dos cargos), 22, 25 y 30. Entre los concursantes inscriptos, hubo 60 jueces de primera instancia, 40 secretarios de cámara, 25 secretarios de juzgados y 34 fiscales, entre otros.
Por su parte, ante la pregunta sobre si esta numerosa convocatoria demuestra credibilidad en el sistema de selección actual del Consejo, Cabral destacó que el mismo “ha dado sus frutos y sigue dando garantías” y reconoció que sería conveniente que algunos aspectos “sean mejorados a los efectos de dejar al postulante en la situación más similar de quien va dictar una sentencia”. En ese sentido, destacó que “sería bueno” que luego de la etapa anónima hubiese una confrontación oral entre el jurado y el postulante.
Sin embargo, advirtió que ello debería ser estudiado detenidamente porque “es importante tener un sistema ágil que responda con suficiente celeridad, porque desgraciadamente la ley exige que los concursos se convoquen recién cuando se produce la vacante”. Así, dejó trascender la posibilidad de que los fueros grandes, como los tribunales orales, civil, comercial o laboral, tengan un sistema por el cual se realicen concursos previos para ir seleccionando futuros magistrados.
Cabe destacar que el Consejo ha comenzado a estudiar un proyecto presentado por la diputada Diana Conti para modificar el reglamento de selección, que entre otras cuestiones, propone dejar atrás el proceso anónimo en la etapa de oposición y modificar la etapa de impugnaciones para darle mayor celeridad al trámite de los concursos.
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