En su discurso, el presidente del Senado aseguróque “estamos apoyando las Casas de Justicia en losdistintos distritos de la provincia de Buenos Aires,-que ya suman seis-, lo cual es una forma de acercaral hombre y a la mujer común al funcionamientojudicial dentro del barrio”.
Seguidamente, Solá apuntó que “allí se puedenhacer consultas sobre los derechos y deberes de lapoblación, como también sobre las problemáticasfamiliares y vecinales”.
Cabe aclarar que las Casas de Justicia están bajola órbita de la Defensoría del Tribunal de Casación, esdecir que “pretenden servir para defender a losvecinos de los daños que puedan tener sus derechos”,señaló el vicegobernador.
“Aquí hay jueces, fiscales, defensores. Sepretende que la Justicia penal sea mucho más ágil, másrealista y dé garantías a las víctimas por un lado y alos acusados de ser juzgados de manera objetiva”,añadió.
“Hace falta mantener un Foro que cada tanto juntea todos los que están en la Justicia Penal para hacerrenovaciones legislativas, modificaciones en las leyesy el Código y también efectuar los cambios atendiendoel movimiento social y el deterioro económico”,concluyó Solá.
Por su parte el Procurador Eduardo de la Cruzsostuvo que “los problemas que tenemos todos no es lafalta de medios, son las fallas estructurales de unsistema que no está acorde con los 14 millones dehabitantes que tiene la provincia y con laproblemática social que afrontamos”.
“Se está judicializando la crisis” indicó el jefedel Ministerio Público, quien añadió que “todos losdías cuando se habla del poder judicial se habla delcolapso en términos apocalípticos y se fotografían porejemplo los expedientes amontonados en los juzgadosciviles, pero no miran que muchos de esos expedienteshay ejecuciones de 150 pesos, de heladeras o dedesalojos de gente que no puede pagar doscientospesos”.
También añadió que “si vamos a lo penal vamos aver que más del sesenta por ciento de las causas sonproducto de las crisis social”.
“La judicialización de la crisis indica queestamos sobrecargados de trabajo pero también nos pesaen las espaldas un índice que no podemos desmentir yque se traslada a los estrados judiciales la angustiay el dolor y la no solución de problemas que vive lasociedad hoy y eso lo saben bien los señoresdefensores y esto no quiere decir que la pobrezagenera el delito”.