¿Cuál es su postura frente a la propuesta del Gobernador bonaerense Daniel Scioli de bajar la edad de imputabilidad de los menores?
Yo no estoy de acuerdo con cualquier propuesta de bajar la edad de imputabilidad por varios motivos. Bajar la edad como medida autónoma no sirve, además suponiendo que se aceptara esto es incorporar a un proceso penal a una franja hectárea importante de chicos con lo cual tampoco serviría en la medida que no hay políticas de seguridad, de educación y de salud que sean notorias y evidentes para la comunidad. Con esto no vamos a hacer nada para resolver el conflicto de los chicos que trasngreden la ley. En la provincia de Buenos Aires se ha publicitado que se han creado muchos centros pero éstos son de seguridad para chicos, es decir, son calabozos concretos. Hoy quieren una justicia penal juvenil, perfecto….. pero también tendrían que haber dado lugar a un juzgado de protección de los derechos civiles de los niños, de aquellos que reciben maltratos, que son abandonados, los abusados, etc. Nos hemos desentendido de los chicos.
¿Esos centros de detención cumplen con la Ley y los pactos internacionales?
Siempre estamos violando la norma pero decimos que estamos cumpliendo o procurando hacerlo. Días atrás escuchaba que decían de eliminar la Ley 22.278 que es la que permite todo esto, y la norma es de la época de la dictadura, ahora hace 25 años que vivimos en democracia y ¿ a nadie se le había ocurrido hacerlo?. Esa Ley es la que llevó la edad de imputabilidad a los 16 años.
La problemática de los menores parece ser uno de los temas (así como el aborto, la despenalización del consumo de drogas) donde cada tanto se reaviva una discusión en la sociedad. Da la sensación que los distintos gobiernos dejan inconclusa la solución o no hacen nada para buscarla. ¿A qué se debe esto?
Cuando hablamos de chicos que cometen delitos el 100 por ciento tiene compromiso con alcohol, psicofármacos o drogas. Si yo pido que se encierre a estos chicos, yo tengo que generar centros de salud como para poder rescatar a esos chicos de las adicciones. Todo esto tiene que ver con las políticas de los gobiernos que es lo que tienen que hacer y no están haciendo.
¿Esa sería una parte de la solución?
Si el Estado no se ocupa de la gente, la gente crece sin rumbo. Tenemos que trabajar en la prevención siempre apuntado a chicos de baja edad, y me refiero a niños de 3 o 4 años. Hay que trabajar para formarlos en una escuela y todo lo demás para que cuando lleguen a los 13 o 14 años no entren en el mundo de la marginalidad. Y uno me puede decir “¿mientras tanto que hacemos con los chicos que están?”, y yo contesto que hay que trabajar para recomponer algunos porque no vamos a recuperar a todos. A muchos los vamos a perder en el camino por el consumo del paco u otros motivos. Durante 40 años hemos dicho tiremos la pelota para adelante y nunca nos hemos ocupado, y es así como hoy llegamos a esta hecatombe que hay que pararla. Pero no se resuelve con represión sino en rescatar valores y educación.
¿La solución debe estar dada desde los tres poderes del Estado?
Todo el mundo tiene una cuota de responsabilidad y la comunidad también.
¿Hay estadísticas que reflejen la situación actual de los menores vinculados con la comisión de delitos?
Los chicos autores de homicidio no son tantos. Antes del 28 de noviembre de este año cuando arrancó el fuero de responsabilidad penal juvenil, cada 100 expedientes que se iniciaban entre 17 y 20 eran de naturaleza penal y los otros eran cuestiones civiles y sociales. Sobre los 20 expedientes de naturaleza penal teníamos que sumar varios meses para encontrar uno o dos homicidios. En la actualidad se han cometido varios homicidios pero tampoco podemos decir que estos son los hechos que están poniendo en jaque a la sociedad. Entonces se le echa toda la culpa a los menores, los chicos hoy son una variable de ajuste como para poder decirle a la gente: “vamos a tomar medidas contra esta juventud perdida que está poniendo en jaque a la sociedad”. La realidad es que la juventud no está perdida sino que nosotros los adultos la hemos perdido porque no nos ocupamos de ellos.
¿Coincide con la jueza Carmen Argibay respecto a que los políticos no se ocupan de los menores porque no dan votos?
Yo siempre dije que los chicos no votaban pero fíjese que el tema nunca está en los momentos de elección. Ahora los chicos arrastran votos porque en elecciones jamás hablamos del encierro o la represión sino que hablan en otro tiempo a ese momento. Entonces los chicos no votan pero juntan votos.
Algunos juristas manifiestan que fue un error haber incorporado a nuestra Constitución los tratados internacionales sobre derechos humanos porque atribuyen a que nuestra sociedad no está preparada o bien son inaplicables…………..
Yo creo que cuando la Constitución de 1853 decía que las convenciones o los tratados internacionales tenían rango constitucional se le daba una validez superior a la Ley común. La jerarquía constitucional ya estaba dada desde antes.
¿Los jueces de menores sienten que hay una presión de la sociedad y de los políticos a la hora de aplicar la ley?
Yo nunca la sentí, primero porque estoy convencido de que estoy trabajando dentro de un proceso que tiende a respetar los derechos del niño y de ayudarlo a crecer como corresponde. Si alguien intentara presionarme para que cambie mi forma de pensar no va a lograrlo. Lo que sí ocurre en nuestro trabajo es sufrir la carencia de recursos. Hoy yo estoy trabajando en un fuero nuevo de responsabilidad penal juvenil que lo anunciaron con bombos y platillos, me dieron un edificio adecuado pero no tengo línea telefónica.
Usted en su infancia estuvo en un instituto de menores y dijo que allí aprendió a “sobrevivir”. ¿En la actualidad sigue siendo ese el objetivo de los chicos que están alojados en esas instituciones?
Yo estuve en un instituto de menores (antes llamados preventorios) dos años y medio, y la razón fue porque mi madre enfermó y quedé solo. Luego pude salir y cuando ella se recuperó nos fuimos a vivir a La Rioja. Y hoy seguro que sí, que intentan sobrevivir.
¿Cambiaron mucho desde esa época a hoy el funcionamiento de los institutos de menores?
No. Es un problema genético y no cambiaron nada. Después de mucho tiempo, cuando yo presté juramento como secretario de un juzgado de menores, el juez me pidió que lo acompañase a un instituto de menores. Cuando hicimos la visita yo me quedé sorprendido y él me preguntó que me pasaba y yo le contesté: “sabe lo que pasa doctor, no cambio nada, hoy acabo de ver la misma cama, las mismas paredes, la misma cocina que cuando yo estaba internado”.
¿Cómo es el estado hoy de los institutos de menores?
Cuando hablo respecto a que el Estado debería implementar políticas, hablo también de que tendría que distribuir recursos en la capacitación de la gente que trabaja con chicos. Además de necesitar personal, el mismo debe estar capacitado, y esto el Estado no lo ve o no lo quiere ver.