“Estamos evaluando cuidadosamente todos los hechos. Pretendemos que esta ola se detenga y por eso estamos en sesión permanente”, expresó Schindel que adelantó que este viernes tendrá lugar una reunión entre varios dirigentes judíos de todo el país para decidir las acciones a seguir.
Y es que las manifestaciones de tinte antisemita se dieron con mucha fuerza en la Ciudad de Buenos Aires pero también en Cipolletti, La Plata, Mar del Plata, Chaco, Santiago del Estero y Concepción del Uruguay, según el informe que presentó el titular de DAIA, Aldo Donzis, en la reunión que mantuvo la semana pasada con el jefe de Gabinete, Sergio Massa.
Consultado por este diario, Jorge Epstein, miembro de la Asociación Israelita del Chaco señaló que se está resolviendo si iniciar una acción conjuntamente entre la gobernación de la provincia, el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi) y la Asociación Israelita por los hechos que tuvieron lugar en Resistencia.
Epstein relató que en la capital de la provincia hubo un intento de piquete (que se pudo frenar) y que una persona se encadenó fuente al monumento a las víctimas del atentado a la sede de AMIA –perpetrado el 18 de julio de 1994, que dejó 85 muertos y más de 300 heridos- en señal de protesta por la acción en la Franja de Gaza. Además, en Resistencia aparecieron pintadas sobre la calle principal.
Consultado respecto de boicots a comercios judíos, dijo que cree que fueron apenas convocatorias en comentarios de lectores de los diarios online.
Por su parte, el presidente de DAIA Rosario, Rubén Bercovich dijo a este diario que el vicepresidente del Consejo Deliberante de la ciudad, Osvaldo Miatello, se comunicó con él y le aseguró que “las manifestaciones antisemitas denigran a la democracia”. Sin embargo, ni el intendente de la ciudad, Miguel Lifschitz ni el gobernador Hermes Binner se pusieron en contacto con DAIA.
Bercovich indicó que DAIA Rosario se va a acoplar a la demanda nacional o a cualquier otra medida que tome la DAIA central por los actos antijudíos y comentó que, según una encuesta de un diario local, el 60 por ciento de los rosarinos opinó que hay antisemitismo en esa ciudad. En ese sentido, acotó que para hoy se organiza un acto por parte de algunos partidos de izquierda.
“El mundo asiste hoy a un revolución social donde un negro llega a presidente en Estados Unidos mientras que en la Argentina volvemos a una situación de xenofobia. Lo que paso estos días en Buenos Aires nos hace acordar a como empezó la Alemania nazi. Los políticos tendrían que haber salido a protestar”, sostuvo Bercovich.
Desde el gobierno, el jefe de Gabinete Sergio Massa se diferenció hoy de los dichos de la titular del Inadi, María José Lubertino que ayer acusó a Israel de “violar” normas del derecho internacional. “Israel violó reglas de derecho internacional y se le vino en contra”, dijo Lubertino.
“Me da la sensación de que fue una frase poco feliz, desafortunada. Sobre todo, porque en la Argentina logramos una convivencia entre religiones y tenemos que trabajar para mantenerla”, opinó Massa cuando fue consultado sobre la frase de Lubertino.
Y agregó: “Cuando aparecen actos de antisemitismo o escraches a empresarios judíos que no hacen a la convivencia y a la paz nos preocupan. Pretendemos que en la Argentina no se produzcan hechos de discriminación de ningún tipo”, dijo el Jefe de Gabinete en declaraciones radiales.
Por su parte, mediante un comunicado, el secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde, indicó hoy que “extremará las acciones para impedir toda actitud que importe racismo o discriminación en el territorio argentino, por muy minoritarias que éstas sean”.
“En este sentido y en todo de acuerdo con la legislación vigente, se perseguirá de inmediato estos actos delictivos que no pueden encontrar justificación en ningún análisis de situaciones internacionales del presente”, explicó Duhalde.
Señaló que “el Inadi tiene expresas instrucciones de interponer ante la justicia, las acciones penales pertinentes” y agregó que “la paz y el respeto al otro en nuestra sociedad, donde conviven ciudadanos de distintos credos y orígenes, que forman parte de las comunidades que han conformado nuestra nacionalidad, no podrán ser alteradas por estas expresiones aisladas que no expresan el sentir de nuestro pueblo y de los poderes públicos”.
A raíz de esas expresas instrucciones y la reacción que causó la "poco feliz" frase de Lubertino, el Instituto Nacional contra la Discriminación denunció al dirigente de Convergencia Socialista, Juan Carlos Beica. La causa tramita ante el fuero contravencional porteño. También hizo una presentación sobre esvásticas pintadas en una escuela primaria del barrio de Floresta. En cambio Inadi decidió no promover un juicio contra Luis D’Elía. Solamente le va a pedir que ratifique o rectifique sus dichos.
La semana pasada, el titular de la Federación de Tierra y Vivienda (FTV), encabezó una marcha que llegó hasta la embajada de Israel y este lunes hubo un escrache frente al Hotel Intercontinental, propiedad del empresario de origen judío Eduardo Elsztain.
Ayer, el ministro de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos, Aníbal Fernández, subrayó que los actos antisemitas “son de una demencia superlativa” y prometió que se iban a tomar medidas contra quienes vertieron expresiones antijudías. Aclaró que la ley permite “manifestarse respecto de cualquier acción que pueda suceder en el resto de la humanidad”, pero dijo que “cuestionar a cualquiera porque profese la religión judía no tiene ningún sentido”.
El titular de DAIA mantuvo este miércoles un encuentro con el embajador de Estados Unidos, Earl Wayne, y le señaló que Argentina “vive una campaña antisemita como nunca antes desde el retorno a la democracia, en 1983”.
En declaraciones al diario Clarín, titular de DAIA contó que en la reunión que mantuvo ayer a la tarde con Wayne, reconoció que observaba “un cambio importante” en la posición del Gobierno tras las declaraciones de funcionarios como el ministro de Justicia, Aníbal Fernández, que se “comprometió a no tolerar” ese tipo de manifestaciones.
Por otra parte, hoy trascendió que un grupo de dirigentes kirchneristas visitó ayer al embajador palestino en Buenos Aires, Farid Suwwan, a quien prometieron impulsar en el Congreso un proyecto para quitarles la ciudadanía a los argentinos que combatan “bajo otra bandera”. La iniciativa sería del diputado por la provincia de Buenos Aires Ariel Pasini, del Frente para la Victoria y estaría destinada a penar a los ciudadanos argentinos que combatan para las Fuerzas de Defensa de Israel.
El embajador argentino en Washington, Héctor Timerman, calificó como un “simple rumor” y “no una noticia cierta” esta información y recordó que “en la dictadura militar un judío era un extranjero. En períodos democráticos no se extranjerizaron a los judíos argentinos. Volver a hacerlo por parte de grupos minoritarios es un gran retroceso”.