Expresamente el proyecto dice que “todos los funcionarios que ocupen cargos políticos, por designación, en el Poder Ejecutivo Nacional así como en las entidades autárquicas y Entes u organismos centralizados o descentralizados del Estado Nacional, y que se postulen como candidatos, titulares o suplentes, en elecciones generales, nacionales, provinciales o municipales, deberán cesar en sus funciones al momento de la oficialización de las listas correspondientes”.
Aunque se realiza la salvedad de que si el cese de actividades se produce mediante una licencia, no se percibirá ningún tipo de haber. Además, se establece que desde el momento de la oficialización de las listas y hasta finalizado el comicio, “la publicidad oficial no podrá contener elementos que promuevan la captación del sufragio a favor de ninguno de los candidatos a cargos electivos que fueran funcionarios y no podrán exhibir imágenes de los mismos”.
El proyecto, impulsado por la diputada nacional Sandra Rioboó, se inscribe en la necesidad de evitar “el uso y abuso de las estructuras estatales para la apoyatura de los candidatos oficialistas”.
En este sentido, de aprobarse la normativa, se prohibiría “la realización de actos oficiales o participación conjunta en cualquier actividad de los funcionarios públicos en ejercicio conjuntamente con los candidatos a cargos electivos que hubieran cesado en sus funciones ejecutivas y/o la mención de los mismos o de las listas de candidatos de los partidos a que pertenecen. Igual prohibición regirá para todas las actividades oficiales”.
Curiosamente, el proyecto en cuestión entre sus fundamentos, más allá del acto poco ético de postularse a un cargo mientras ya se posee otro, puntualiza en “la evidente desventaja que se establece para todos aquellos que, siendo opositores, no cuenten con la estructura estatal para promover sus propuestas”.
Además, se establecería la posibilidad de que cualquier ciudadano pueda realizar una denuncia ante el Tribunal Electoral y en caso de que la violación sea verificada automáticamente se procederá “al cese de las listas de candidatos del partido a que corresponda”.
Consultados sobre la viabilidad de que un proyecto así sea aprobado, un legislador se sinceró: "un proyecto así es también testimonial, porque no creo que tenga chances en la Cámara. Se trata simplemente de una expresión de deseo".