La víctima fue su hijo de 15 años, que además de echarlo de su casa el 18 de mayo pasado, en otra oportunidad le impidió el ingresó al domicilio ya que, dijo, es un chico problemático y tuvo que ser recogido por los vecinos.
A pesar de la condena, la jueza no hizo lugar al pedido de la fiscalía de aplicarle a la madre una pena de 18 meses de prisión y a retirarle la patria potestad por cuatro años.
La magistrada dijo que la madre buscó darle a su hijo un escarmiento y que agravaría la situación familiar el extrañamiento del menor de la casa. Además tuvo en cuenta que el chico no quería irse de su casa y que la actitud de la madre fue “en todo momento de preocupación hacia su hijo”.
La mujer declaró en la causa su hijo “se iba días y noches enteras de la vivienda sin dar explicaciones”. En tanto que el joven reconoció que tenía una conducta rebelde pero que la ausencia de su casa se debía a la “situación insostenible en la que vivía” y las continuas discusiones que tenía con su madre.
La jueza del caso sostuvo, según informó el diario español El País, que hubo “una actuación negligente por parte de la progenitora” y que “aunque el menor se encuentre en plena adolescencia, con la dificultad que ello puede conllevar para la acusada, ello no es óbice para que pretenda echarlo de la casa dejándolo a la intemperie en la calle una noche”.