Los vecinos habían denunciado contaminación en la zona, y acusado a la firma de volcar los afluentes líquidos sin tratamiento adecuado sobre el arroyo Las Piedras.
El juez consideró “verosímiles” la denuncia de los vecinos, y al respecto señaló que “la actividad desarrollada en planta papelera de autos genera impacto negativo sobre el ambiente, en particular fuertes olores nauseabundos en la zona donde se encuentra ubicada la planta, funcionamiento de tres (3) aireadores en los piletones interiores y vertido de líquidos de color rojizo sobre el arroyo Las piedras”.
Al mismo tiempo tuvo en cuenta un estudio realizado en marzo de 2008 que ya daba cuenta del incorrecto tratamiento de los efluentes líquidos de la planta.
En cambio, el magistrado rechazó el pedido de realizar un tratamiento integral sobre la salud psicofísica de todos los actores. Señaló en tal sentido que “no resulta viable en el marco del presente proceso, debiendo solicitarse justificadamente (individualizando diagnóstico y tratamiento) en el marco de las acciones individuales”.
Para resolver, el juez entendió que se verificaba un peligro en la demora pues “es dable considerar que, en caso de continuar realizando su actividad el establecimiento antes indicado, los perjuicios irrogados al medio ambiente podrían tornarse irreversibles, o bien, de difícil reparación ulterior”.
Dejó advertidos a los organismos correspondientes - Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible, y a la Dirección de Prevención Ecológica y Sustancias peligrosas del Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires- para el “caso de ser necesario, el allanamiento del predio donde se instala la planta industrial, y con el auxilio de la fuerza pública”.
Finalmente ordenó con carácter cautelar al Ministerio de Salud Bonarense, “la realización de un estudio epidemiológico, de los vecinos linderos a la planta papelera Massuh S.A, que habiten en un radio de hasta 200 metros de la misma, a efectos de determinar la existencia de eventuales padecimientos de salud derivados de dicha actividad”.
A pesar de la decisión judicial, los vecinos alertaron que la empresa siguió produciendo y que las chimeneas siguieron emanando el clásico humo que se suele ver por la zona. El magistrado advirtió que tal incumplimiento acarreará acciones penales