Lo que se plantea es modificar la ley 23.592, que regula las medidas contra los actos discriminatorios, incorporando en su articulado las expresiones “identidad de género” y “orientación sexual” a las ya contemplados motivos, como raza, religión, nacionalidad, ideología, opinión política o gremial, sexo, posición económica, condición social o caracteres físicos.
Según lo plantea entre sus fundamentos el proyecto de la legisladora Claudia Bernazza, existe una necesidad de “garantizar el efectivo goce de los derechos humanos, fundamento de la dignidad de todas las personas”. Para ello se hace hincapié en lo que indican los preceptos constitucionales y los tratados internacionales a los que la Argentina adscribe. Como ser, la Declaración Universal de DDHH o los Principios de Yogyakarta sobre la Aplicación de la Legislación Internacional de Derechos Humanos en Relación con la Orientación Sexual y la Identidad de Género del 2006.
La necesidad de esta incorporación radica además en que, más allá de la normativa vigente, “muchas personas sufren violencia, hostigamiento, discriminación, estigmatización, exclusión y prejuicios debido a su orientación sexual o identidad de género, lo cual genera una enorme preocupación y compromete al diseño de las herramientas legales que puedan revertir esta situación”.
Sumado a este cambio en la legislación, también esta tratando en la comisión de legislación general un proyecto que busca de instituir el 17 de mayo como el “Día de Lucha Contra la Discriminación por Orientación Sexual o Identidad de Género”.
La idea de la iniciativa es reproducir a nivel nacional los que localidades como Rosario y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires ya han instituido. En el primero, a través de la ordenanza 8166 de mayo del 2007, se estableció el día municipal contra la discriminación por orientación sexual e identidad de género. Mientras que la ciudad de Buenos Aires dispuso el mismo día mediante la sanción de la ley 2.687 en abril del 2008.
Impulsada por la diputada Victoria Donda la iniciativa cuenta con el apoyo de numerosas organizaciones y se basa en que ese día la asamblea general de la Organización Mundial de la Salud (OMS) suprimió de la lista de enfermedades mentales a la homosexualidad.
Cabe mencionar que numerosas organizaciones internacionales han hecho un llamamiento a las Naciones Unidas y a los países del mundo para que examinen las violaciones a los derechos humanos y para que los países adopten los principios de Yogyakarta. Además plantean el rechazo de la transfobia y “garanticen a sus ciudadanos y ciudadanas el derecho a vivir plena y libremente en el género que prefieran, asumido como una expresión de libertad cultural”.