“El reto es cómo descolonizar la justicia para nacionalizar el derecho”, sostuvo el Presidente, quien les dejó un mensaje a los nuevos magistrados: “ustedes tienen que sentar las bases de una gran revolución en el poder judicial”.
Morales también les pidió "acabar con ese manejo oscuro de la justicia, pues la justicia no es para quien paga, quien invierte; acabar con el trípode de la corrupción y aquí hablo de que no puede seguir eso de llamar al juez o al fiscal para arreglar un asunto a favor del defensor o el acusador".
El Presidente designó a 18 jueces (cinco en la Corte Suprema, 10 en el Tribunal Constitucional –cinco titulares y cinco suplentes– y tres en el Consejo de la Judicatura) que tendrán mandato hasta fines de diciembre.
Los magistrados fueron designados a través de la llamada “ley corta” que le permitió a Morales nombrar sin acuerdo del Congreso a los jueces ya que los cargos estaban vacantes desde mucho tiempo y obstaculizaban el funcionamiento de la Justicia.
Los recién jurados tendrán mandato hasta el cinco de diciembre cuando se realicen las elecciones para elegir a los titulares de esos cargos, tal como establece la nueva Constitución de Bolivia.
Los nuevos jueces provienen de distintos sectores: cinco jueces, un ex magistrado, ocho abogados, un ex diplomático y un integrante de la Defensa Pública del Estado. En total, hay siete mujeres, tres de ellas en cargos titulares.
La ley que permitió a Morales designar a los jueces fue criticada por la oposición y por sectores de la Justicia que calificaron al hecho como una injerencia y anunciaron que llevaran el caso a la Organización de Estados Americanos (OEA).