DiarioJudicial.com estuvo presente en la audiencia de la Comisión de Legislación General de la Cámara Alta presidida por la senadora Liliana Negre de Alonso, que tuvo lugar en el salón “De Las Provincias”. Allí fueron convocados profesionales del Derecho y ex ministros de la Corte, así como especialistas de otras áreas de la ciencia y el pensamiento.
El que abrió la serie de exposiciones fue el constitucionalista Jorge Vanossi quien se manifestó "en contra" del proyecto aprobado en Diputados por considerarlo una "chapucería desde el punto de vista jurídico" e "inconstitucional porque viola el Pacto San José de Costa Rica". Agregó, además, que la proyectada legislación no se enmarca en los “criterios señalados por la Corte Suprema”.
También expresó que “las uniones civiles sí pueden ser legisladas", pero se pronunció en desacuerdo con habilitar las adopciones para esos casos. Luego entregó una copia de un dictamen emitido por la Academia Nacional de Derecho y Ciencias Sociales sobre el proyecto.
En representación de la Asociación de Abogados de Buenos Aires, Nelly Minyersky, planteó que las parejas homosexuales "necesitan una regulación civil" y manifestó que "el ingreso al amparo del derecho hace a un mejor control social". Aunque aceptó que el proyecto "tiene muchos problemas de redacción" propuso tener confianza en que “ésta ampliación de derechos es un avance de las instituciones que mantienen el respeto por los otros".
Luego continuó el abogado y ex asesor de menores Alejandro Molina, quien se apoyó en Aristóteles, definió al Derecho como el “orden social justo” y recordó que serán los jueces quienes “darán interpretación a las leyes”. Remarcó además que “el poder no está en algunos senadores”. En su discurso, el jurista dijo que prefería optar por el término “homoafectividad” en lugar de “homosexualidad”, y luego de esto declaró: “No discrimino a nadie, estoy apoyando a los que no tienen voz”.
“Hay que alentar la diversidad natural entre el hombre y la mujer. No hay que ser egoístas, no hay pensar sólo en uno, hay que pensar en los hijos”, añadió. Molina cerró su discurso recordando la falencia de una “legislación sobre los tratamientos de inseminación asistida”, y concluyó: “Luego de que votemos esta presunta modificación, se van a venir las uniones múltiples: un hombre con muchas esposas por ejemplo”.
Por su parte, Luz Llanos Villanueva, experta peruana en derecho internacional humanitario de la ONU, solicitó reevaluar el concepto de "universalidad" de los derechos humanos a la hora de avanzar con el debate, y señaló que hasta en las discusiones actuales de la Naciones Unidas aún es controvertido el uso del término “universal”.
El profesor de Derecho Civil de la UBA, Oscar Ameal, comenzó con una esquematización en la que destacó que “el derecho público fluye del derecho natural” y que “el matrimonio fluye del derecho natural desde tiempos ancestrales”. Advirtió que “una norma no puede ser ambivalente y dictada por un capricho de un legislador” porque eso “afectaría el orden público en caso de aprobarse la nueva norma”.
Además, calificó a los recientes fallos que aprobaron las uniones entre personas del mismo sexo como “trasnochados y deslucidos”. “Discriminar no es malo, es distinguir solamente. Hay que respetar el derecho a la identidad y por tanto se respetarán las diferencias”, apuntó Ameal luego de fundamentar sus pensamientos en los artículos 172 y 188 del Código Civil y en el Pacto de San José de Costa Rica que "conforma el plexo normativo de la Constitución de 1994, regula el Código Civil y reconoce el derecho del hombre y la mujer a fundarse en matrimonio y formar familia".
No todos los asistentes provenían del Derecho. También había un teólogo-filósofo, Julio Raúl Méndez, y un médico, Leonardo McLean. Méndez basó su discurso en la relevancia del tema de la adopción alertando que se podría dar una “discontinuidad entre lo biológico y lo psicoafectivo social”. En cambio, McLean, titular de la Academia Argentina de Cirugía y director de área del Hospital Universitario Austral, propuso analizar el contexto desde “un punto de vista biológico y antropológico”.
“El matrimonio entre gays se contrapone a los supuestos de la vida conyugal”, expuso el especialista médico. Además apuntó: “Debe existir un interés en proteger a la familia. Distinguir no es discriminar, es hacer justicia la realidad. La complementariedad es imposible, no tiene nada que ver con lo conyugal. Además, los homosexuales, que tienen una clara tendencia hacia la promiscuidad, mueren 20 años antes por su estilo de vida mientras que las lesbianas son proclives a tomar más alcohol”.
En tanto, Rodolfo Barra, ex ministro de la Corte Suprema entre 1990 y 1993, afirmó que el proyecto "es inconstitucional en sí mismo y contrario al sistema jurídico internacional". “Por lo tanto, en caso que quiera modificarse algo así, debiera realizarse una nueva reforma de la Constitución”, aseveró el ex magistrado.
La única consulta por parte de un legislador presente llegó de la senadora del FPV Liliana Fellner quien le preguntó a Analía Pastore (abogada, investigadora del Instituto de Ética Biomédica de la UCA) sobre los hijos que provenían de una familia tipo regular que, por circunstancias de la vida, se viera fragmentada.
Pastore, que acababa de describir que “los chicos provenientes de familia con padre y madre tienen mejor desempeño académico y un mejor desarrollo en toda su vida”, respondió que “en ese caso no se aplica”, porque lo “expuesto no hace referencia a la totalidad de los casos”.
Las rondas de consultas se extenderán hasta mediados de julio, cuando el proyecto de ley llegue al recinto de los senadores.