Negre de Alonso señaló que el martes 6 de julio, una vez finalizada la reunión de la comisión de Legislación General y emitidos los dictámenes, se presentó en la secretaría parlamentaria y aseguró que un empleado que estaba a cargo no quiso recibir el dictamen sobre unión civil por expreso pedido del secretario, Juan Estrada. La legisladora le dijo al hombre que si no aceptaba ese dictamen se quedaría “a dormir en el Senado” porque “nunca había visto una cosa igual”.
“Es una verdadera ilegalidad lo que usted ha hecho”, le dijo Negre de Alonso a un Pampuro inexpresivo y añadió que se “avasallaron garantías constitucionales”. La legisladora por San Luis espetó: “Usted me va a respetar a mí como senadora, porque no soy NN”.
“Usted ya me hizo otras, estoy cansada de sus atropellos”, dijo una Negre de Alonso que no paraba de gesticular con sus manos y le advirtió a Pampuro: “Esto lo voy a llevar a las últimas consecuencias”.
Luego, tomó la palabra el senador Miguel Ángel Pichetto quien expresó que en la reunión de labor parlamentaria se había planteado mencionar la cuestión de privilegio después de la discusión sobre matrimonio gay. La senadora Sonia Escudero dijo que el jefe de la bancada K del Senado “faltó a la verdad” y le advirtió: “Acá nos conocemos mucho” y se refirió a los “tramposos de siempre”.
En tanto, el senador Mario Cimadevilla sostuvo que “no hay identidad entre los proyectos” y le dijo a Pampuro: “Usted no puede ser juez de lo dictaminado en la sesión”. “Venga a su banca y defienda tamaña ilegalidad”, desafió.
Pero sin dudas la nota de color la dio la senadora María Eugenia Estenssoro quien, mientras Negre de Alonso y Escudero levantaban en peso a Pampuro, pidió que se hiciera “algo con la calefacción” porque en lugar de tirar aire caliente, daba aire frío. Rápido de reflejos, Pampuro, aprovechó la volada y dijo: “Ahora echenme la culpa a mí”.
Quien convocó a retomar el debate sobre el matrimonio fue el senador Luis Juez (Frente Cívico-Córdoba) quien aseguró que “el país nos está mirando” y apuntó: “Llevamos 50 minutos mirándonos el ombligo”.
El senador Carlos Menem dio nuevamente la nota y no bajó al recinto aunque quienes estuvieron desde temprano en el Senado dijeron haberlo visto y aseguraron que se retiró antes del mediodía. Pero sí participó el senador Luis Viana, otro que estaba en duda.
El clima caldeado en el Senado se reproducía afuera: sobre un lado de la calle Entre Ríos se ubicaban los manifestantes con carteles naranjas que insistían en la idea de una “mamá y un papá” mientras del otro lado, en la plaza de los dos Congresos, otros manifestantes reclamaban la igualdad de derechos.
Alrededor de las 17, se produjo un pequeño cortocircuito entre quienes estaban a favor y en contra del matrimonio gay. Un grupo de manifestantes entonó: “Iglesia basura vos sos la dictadura” y la respuesta fue un provocador rezo. En ese momento, un hombre trepó la reja de la calle Entre Ríos y rompió una bandera que pedía por una “mamá y un papá”.
Ya al mediodía la calle Hipólito Yrigoyen estaba vallada en las intersecciones de Combate de los Pozos y Entre Ríos y los policías allí apostados controlaban las entradas.