Lo dijo el ministro de la Corte Suprema Eugenio Zaffaroni en una jornada organizada por la UEJN. Además, bregó por el “pluralismo interno” en el Poder Judicial y remarcó que “cada sentencia es un acto político”. También disertaron el camarista Eduardo Freiler, el Defensor de la Ciudad de Buenos Aires, Mario Kestelboim, y el secretario general de la UEJN, Julio Piumato.
El ministro de la Corte Suprema Eugenio Zaffaroni aseguró este miércoles en la segunda jornada de “La justicia en el Bicentenario”, organizada por la Unión de Empleados de la Justicia de la Nación, que “el Poder Judicial no es una corporación” y bregó por el “pluralismo interno” que, dijo, “es lo contrario al corporativismo”.
Zaffaroni remarcó que “cada sentencia es un acto político” y enfatizó que el Poder Judicial “no es partidista pero sí político”. El ministro de la Corte cargó contra los “politicastros” que “buscan 5 minutos de televisión” e “impulsan juicios contra magistrados”.
“Pretender que no somos políticos es un absurdo”, continuó Zaffaroni que convocó a ampliar los derechos de la ciudadanía y en ese sentido remarcó que en América latina hubo una “ampliación de la ciudadanía” y que “nadie puede pensar sin el estómago satisfecho”.
Sin embargo, señaló que “el avance y progreso de la ciudadanía real no es pacífico” e indicó que en América latina muchas veces estuvo sucedido por dictaduras. Pero destacó que se debe “avanzar, discutiendo la velocidad y el ritmo, pero nunca retroceder”.
“Para Nunca Más, antes [de trata de] nunca más retroceder”, sentenció Zaffaroni y aseguró que en Argentina “llevamos 30 años de vida constitucional normal” y remarcó que “antes la Constitución era un auto parado en un garage y ahora funciona”.
El primer orador del panel “Independencia del Poder Judicial de los otros poderes del Estado y de los poderes económicos: situación actual y desafíos” fue el camarista federal Eduardo Freiler que se refirió a la costumbre del silencio que fue tradición décadas atrás en la mayoría de los magistrados y dijo que “la mayoría de los jueces estaban a gusto con no poder hablar”.
“El juez no debe ser independiente del sentido social, no puede ser indiferente a la sociedad”, sostuvo Freiler y planteó que existieron casos en los que sectores del Poder Judicial fueron “cómplices de los poderes dominantes”. El camarista pidió “sacar a la luz cuál es la ideología de los jueces”.
El Defensor General de la Ciudad de Buenos Aires, Mario Kestelboim, cargó contra aquellos que “consideraron inseguridad jurídica la declaración de inconstitucionalidad de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida” y criticó al jefe de Gobierno de la Ciudad, Mauricio Macri, por vetar leyes que ampliaban las competencias del Ministerio Público.
En tanto, el último orador fue el secretario general de la Unión de Empleados de la Justicia de la Nación (UEJN), Julio Piumato, quien dijo que “es impensable ver a las estructuras políticas de un país desapegadas de la realidad política y añadió que “en Argentina hay dos proyectos” uno de los cuales es de las “minorías” que “pretenden acallar a las mayorías”.