Lo dijo Luis Alberto Leiva, el ex juez federal mendocino destituido por el Jury en 2002, durante la cuarta jornada de testigos en el juicio político contra Otilio Roque Romano. Leiva, quien reconoció ser “amigo íntimo” de Romano, viajó a Chile con el magistrado suspendido cuando este huyó del país en agosto pasado.
En lo que fue la cuarta jornada en el marco del juicio político que se le está llevando a cabo al magistrado suspendido y prófugo en Chile, Otilio Roque Romano, declaró el ex juez Luis Leiva quien acompañó al suspendido camarista a Chile cuando se prófugo en agosto pasado justo un día antes de que el Consejo de la Magistratura decida por enviarlo a juicio político.
Leiva, destituido en mayo del 2002 de su cargo como magistrado de del juzgado federal de primera instancia N° 1 de Mendoza por mal desempeño en sus funciones, intentó justificar la fuga de Romano al sostener que este “sabía que el Consejo ya había tomado la decisión política de suspenderlo y no quería estar en el país porque sentía agobio por el acoso periodístico”.
“Yo le dije que no me podía quedar todo el fin de semana por mi familia y por eso me volví el viernes y él se quedó y pensaba regresar el lunes pero algo pasó en el medio”, añadió durante su exposición ante el jurado de enjuiciamiento.
Asimismo relató cómo funcionaba el juzgado en 1975, cuando Romano era fiscal y Leiva secretario federal, asegurando que “nunca jamás” se le tomó declaración indagatoria a ningún imputado encapuchado o con los ojos vendados.
Además de Leiva, declaró Eduardo León Glogowsky detalló su secuestro y el de su compañera de entonces (Luz Faingold Casanave), en 1975, y que se le tomó declaración en el juzgado federal de Mendoza ante la presencia del entonces fiscal Romano
“Me gustaría decirlo frente a él. Romano no hizo nada para investigar mi tortura ni la violación de mi novia. Es una lástima que no esté aquí”, sostuvo ante los integrantes del jury el testigo tras narrar las torturas sufridas.
Otro testigo que declaró este lunes es Daniel Rabanal quien relató que fue indagado en una comisaría, y sostuvo: “supongo que estaba Romano ya que había otros dos funcionarios más jóvenes junto al juez”.
El próximo martes será la última jornada de testigos, tras lo cual se fijará la fecha para los alegatos, que podrían ser esta semana.