La Justicia Laboral condenó a Farmacity a indemnizar a una trabajadora por el daño moral por los malos tratos de un gerente de sucursal. La situación se calificó como “mobbing” y para la Cámara el superior le ocasionó a la mujer "padecimientos de índole moral y espiritual".
La Sala III de la Cámara del Trabajo confirmó una sentencia de grado que condenó a Farmcity S.A. al pago de una indemnización de 30.000 pesos por daño moral, a favor de una trabajadora que fue víctima de mobbing por parte del gerente de una sucursal. El recurso de apelación de la empresa demandada fue rechazado.
En particular, el Tribunal de Apelaciones indicó que correspondía indemnizar a la actora por daño moral "puesto que los testigos declarantes dan cuenta del mobbing sufrido por la reclamante en el transcurso de la relación laboral, por parte del gerente”, ya que “concuerdan en que esta persona hacía comentarios agraviantes por detrás de la actora y delante de otros compañeros de ella".
Esta decisión fue adoptada por los magistrados Diana Cañal y Luis Catardo, quienes también remarcaron que "la declaración testimonial del gerente debe analizarse con mayor estrictez, ya que el testigo es parte interesada en el caso, pues fue el imputado del acoso y sus dichos seguramente están teñidos de cierta subjetividad".
En el caso, una trabajadora de Farmcity –en un local de Farmacity- interpuso una demanda por enfermedad laboral en contra de su empleadora, alegando el padecimiento de trastornos psiquiátricos, debido al mobbing sufrido. La mujer denunció que su gerente la agredía y realizaba comentarios desagradables sobre su persona con sus compañeros de trabajo.
El juez de primera instancia admitió la demanda de la trabajadora y le reconoció el derecho al cobro de una indemnización por daño moral de 30.000 pesos, más intereses. Este pronunciamiento judicial fue apelado por la empleadora demandada.
Para comenzar, el Tribunal Laboral indicó que si bien "la perito psiquiatra concluyó que al momento de la consulta la actora no presentaba ningún trastorno psicopático de los codificados, que le genere incapacidad", la existencia de un rasgo histriónico en su personalidad "junto con las conductas verbales agresivas del gerente, concurrieron concausalmente en la producción del trastorno adaptativo".
Luego la Cámara del Trabajo afirmó que el "trastorno adaptativo con ansiedad" fue padecido por la actora "durante los dos últimos años de la relación laboral" por lo que "el trastorno indicado se produjo durante el transcurso de la relación laboral".
Acto seguido, la Justicia de Alzada manifestó que "las pruebas producidas en autos, en especial de los relatos de los testigos que declararon a propuesta de la actora y de la historia clínica de la reclamante, surge configurado el mobbing del gerente hacia la actora".
El mobbing del gerente causó en la trabajadora "padecimientos de índole moral y espiritual" por lo que "resulta ajustada a derecho la condena a la empleadora a pagar a la reclamante una indemnización por daño moral", puntualizaron los magistrados.
Por lo tanto, la Cámara del Trabajo confirmó la decisión del juez de primera instancia y rechazó el recurso de apelación de Farmacity, tendiente a cuestionar la procedencia de la indemnización de 30.000 pesos por daño moral.
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