La acción de la Defensoría porteña aparece en el marco de numerosos amparos iniciados por particulares que buscan que no se les aplique el polémico coeficiente a sus contratos.
Oliveira señaló que “se debe dejar sin efecto esta cláusula de ajuste que se transformará en una nueva y singular “Circular 1050” dejando a los deudores pesificados en una situación de total indefensión”.
Cabe recordar que el decreto 214/02 dispone que a las deudas pesificadas se les debe aplicar el llamado Coeficiente de Estabilización de Referencia (CER). Si se trata de deudas no vinculadas con el sistema financiero, el CER se aplica a parir de la fecha de vigencia del decreto. Si, en cambio, son deudas vinculadas con el sistema financiero, “el deudor continuará abonando en PESOS un importe igual al correspondiente a la última cuota durante el plazo de SEIS (6) meses, contados desde la fecha de vigencia del presente Decreto. Transcurrido dicho plazo la deuda será reprogramada y se le aplicará el coeficiente del artículo 4° del presente Decreto desde la fecha de su vigencia”.
“El temor de la gente a perder su vivienda parece tomar cuerpo con este índice C.E.R. -manifestó Oliveira- por lo que se debe dejar sin efecto esta polémica norma, mucho más en tiempos donde asistimos a una salvaje licuación de los salarios”.
Cabe recordar que el 14 de marzo, un proyecto de ley que fue aprobado en el Senado propone no aplicar el Coeficiente de Estabilización de Referencia a los créditos que tengan como garantía hipotecaria la vivienda única y a los contratos de locación de inmuebles destinados a vivienda.
En cambio, estos créditos "sólo podrán actualizarse en función de la aplicación de un Coeficiente de Variación de Salarios (C.V.S) que confeccionará y publicará el Ministerio de Economía e Infraestructura", con lo que, además de dejar de lado el CER, se prohíbe cualquier otro mecanismo de actualización.
Estas disposiciones se aplicarían a aquellos créditos correspondientes a los créditos y los contratos de locación de inmuebles vigentes al 3 de febrero de 2002.