La Cámara Baja aprobó un proyecto de ley que establece una postergación de 360 días al plazo de ejecución de sentencias dictadas contra bienes muebles o inmuebles de asociaciones civiles sin fines de lucro. Se contemplaron clubes barriales y bibliotecas populares, entre otros.
“Con este proyecto procuramos proteger el patrimonio de estas instituciones, respetando su orientación originaria que es ser base para la práctica de actividades deportivas, culturales y recreativas”, aseguró la diputada de la provincia de Buenos Aires por el FpV-Partido Justicialista, Rocío Giaccone.
Se refirió, más precisamente, a la iniciativa que busca aplazar 360 las ejecuciones de sentencias judiciales contra bienes muebles e inmuebles de asociaciones civiles sin fines de lucro, una iniciativa que ha tenido varios capítulos a nivel legislativo y que pretende llegar a buen puerto. Ahora, es el turno del Senado de ratificar esta propuesta.
Giaccone alegó que “estas instituciones no pueden desaparecer ni por cuestión de papeles ni por cuestiones económicas”.
En la medida, apoyada por la diputada María Arata, de la UCR, se entiende que esta iniciativa resulta “indispensable”. “Todos sabemos que se trata de una solución parcial pero tenemos que trabajar para encontrar algo más integral y total, dado que de lo contrario muchos clubes que cumplen una función social importante tendrían que cerrar sus puertas, debido a juicios y problemas económicos”, aseveró Giaccone.
En tanto, en el texto de la normativa, la legisladora hace, en primera instancia, una definición para sentar una base al respecto: “Las asociaciones civiles sin fines de lucro son aquellas entidades que en sus estatutos establecen que no podrán distribuirse las utilidades entre los socios, sino que deberán utilizarse para el cumplimiento de los fines propuestos en los estatutos, la denominación “Civiles” indica que no ejercen actividades comerciales ni industriales”.
En este sentido, trajo a colación la historia de uno de esos clubes que forman parte de la historia intrínseca de algunos rincones de la provincia: “El Club Huracán es una asociación civil ubicada en la localidad de Arribeños, distrito de General Arenales. Arribeños es una pequeña localidad de 3.794 habitantes, en la que el club se constituye como un espacio neurálgico de encuentro de los vecinos”.
“Cuenta con alrededor de 400 socios, que por una cuota mensual de siete pesos, tienen acceso a las diversas actividades, entre las cuales se incluyen: natatorio, clases de fútbol, una sede social que cuenta con un salón de fiestas, al que asisten los alumnos de las escuelas del pueblo a tomar clases de educación física, y una biblioteca. Esta es la única biblioteca que hay en el pueblo y fue declarada por el Concejo Deliberante de la Ciudad de Gral. Arenales como de interés municipal.”
Giaccone relató que “además de ser valiosa en sí misma por el rol propio que cumple, la Biblioteca es fundamental para los niños y jóvenes que allí asisten para recibir apoyo escolar, ya que no tienen acceso a la compra de libros y que, de otra forma, se verían limitados en la continuación de sus estudios”.
Por eso, al señalar también que la institución tiene un saldo de cuenta corriente sin pagar de 9.000 pesos con el Banco Junín que por orden judicial se multiplicó exponencialmente (300.000 pesos), la legisladora entendió que el club no podía afrontar esos gastos y que, de no existir más debido a esta deuda, provocaría un grave perjuicio a la comunidad.