La ministra de Seguridad Nilda Garré revocó el sobreseimiento administrativo de los policías involucrados en la “Masacre de Pompeya”, por la cual Fernando Carrera fue condenado a 30 años por homicidio. Luego se denunció que la Policía y la Fiscalía "armaron" la causa. El abogado de Carrera, Federico Ravina, habló con Dju del caso, cuya última palabra tendrá la Corte.
“Nosotros estamos peleando en esta causa contra distintos personajes y poderes, y desde que ocurrió todo hace seis años y medio es la primera vez que recibimos respaldo institucional de envergadura. En diciembre del año pasado tuvimos el apoyo del Ministerio de Justicia a través del Programa Nacional contra la Impunidad, pero esa oficina quedó desvalijada con posterioridad”, aseguró el abogado Federico Ravina.
El letrado se refirió, más precisamente, a la resolución del Ministerio de Seguridad que estableció dejar sin efecto el sobreseimiento administrativo a los policías involucrados en la “Masacre de Pompeya”, un accidente en el que su cliente, Fernando Carrera, resultó imputado y condenado a treinta años de prisión, y cuyo caso hoy está en las manos de la Corte Suprema de la Nación.
En enero de 2005, la versión de Carrera, reproducida por el director Enrique Piñeyro en su película “El Rati Horror Show”, indica que policías vestidos de civiles y en un auto que no era un patrullero comenzaron a perseguirlo cuando lo confundieron con el autor de un robo. Todo terminó con su arresto y posterior condena.
Los magistrados entendieron que se configuró el "robo agravado por el empleo de armas de fuego, en concurso real con homicidio reiterado -tres oportunidades-, lesiones graves reiteradas -dos oportunidades-, lesiones leves reiteradas -dos oportunidades-, abuso de armas de fuego y portación ilegal de arma de guerra". Durante la persecución, Carrera, inconciente al recibir un tiro en su maxilar, atropelló y mató a dos mujeres y un chico de seis años. Su auto recibió 18 balazos de parte de los uniformados.
Lo que siguió después fue una serie de cruces con la Policía, a quien acusó de plantar pruebas en su contra. Ravina precisó que en este caso se configuraron los tres tópicos más graves que se pueden enunciar contra la institución: “el gatillo fácil, el fusilamiento y la causa armada”.
Asimismo, y a pesar de lo que implica que la cartera que dirige Nilda Garré haya brindado un respaldo a la posición del imputado, el letrado señaló que “Fernando (por Carrera) está como loco, es muy pesimista y no puede creer que siga preso, teniendo en cuenta que el mismo Poder Ejecutivo tomó cartas en el asunto”.
Pero, de todas formas, remarcó la importancia del asunto: “Creo que lo más remarcable radica en los vistos y considerando, donde el ministerio realizó un estudio pormenorizado de las pruebas en la causa y realmente usó las bases de la versión que venimos planteando desde siempre. Así que hay que decirlo, no se trata de un dictamen meramente testimonial, se dedicaron a estudiar el expediente de forma completa”.
Por estos motivos, Ravina no dudó en mostrar su respeto por el trabajo realizado, sino que también agradeció debido a que “cuando uno pelea contra un molino de viento, contar con semejante apoyo se valora mucho. Más aún después de haber llevado a cabo la pelea que tuvimos nosotros con los distintos poderes e influencias”.
El abogado entendió que de esta forma “empezamos a romper el cerco de la impunidad, y la verdad que el apoyo del Ejecutivo en una causa semejante resulta fundamental”.
Es que, a través del tiempo, la causa pasó por las distintas instancias judiciales sin mucho éxito: en junio de 2007, el Tribunal Oral 14, integrado por Hugo Cataldi, Beatriz Bistué de Soler y Rosa Lescano, lo condenó a treinta años de prisión. La sentencia generó polémica y tuvo una gran repercusión mediática, así como la había tenido el hecho en si mismo. Más tarde, la Cámara de Casación Penal confirmó el fallo.
Por eso, se interpuso el recurso pertinente y hoy, Carrera y su familia están esperando una decisión de parte del máximo tribunal nacional.
En tanto, la Procuración General de la Nación, a través de su adjunto, Luis Santiago Warcalde, rechazó de lleno las acusaciones de la familia de Carrera y confirmó la sentencia de Casación Penal: "No encuentro arbitrarias a las formulaciones del tribunal, en cuanto descarta la inconsciencia de Carrera... si consideramos al imputado, transitando por un estado de inconsciencia pero con percepción del entorno mediante sus sentidos, cabe preguntar: ¿no vio el semáforo y los peatones que estaban cruzando la calle delante de él?".
Precisó, en base a esta cuestión, que "debemos concluir que mecánicamente reproducía todas y cada una de las operaciones necesarias para conducir, eludir obstáculos y alcanzar la velocidad que obtuvo en 500 metros, pero menos la que, justo, involucra al pedal del freno". Así, coincidió con todo lo afirmado por el fiscal de la causa en torno a las pericias balísticas y cuestiones que, según la Justicia, incriminan a Carrera.
En este sentido, Ravina recordó que “sabemos que la Corte Suprema de la Nación es de lo más independiente que nos podemos imaginar aquellos que nos formamos en la profesión durante la década de 1990. De todas formas, creemos que en la Justicia hay muchos resabios de la dictadura. La propia sentencia contra Carrera usa un fallo de 1983 que avala el accionar policial en tiempos del terrorismo de Estado”.
Agregó que “la policía dista de ser lo que nosotros creemos. El Ejecutivo ha puesto en debate el rol de la institución, poniendo de relieve lo que queremos, lo que nos merecemos. Es correcto que definamos entre todos estas cuestiones”.
En conclusión, dijo que “la Corte Suprema está abocadísima al estudio de la causa, y estoy al tanto de que fue llevada al acuerdo pidiendo que sea estudiada minuciosamente por los ministros. Lo único que puedo decir es que acá hay una persona inocente condenada a treinta años de prisión y que no puede más. Hay una familia afuera con tres pibes y una madre que están cada día más desesperados. Este muchacho no puede seguir así, está llevando a cabo medidas extremas como huelgas de hambre”.