El Tribunal Superior del Reino Unido obligó a Facebook a revelar los números de IP de usuarios de la red social que utilizaban sus cuentas para difamar a otras personas. La Justicia intervino después de que una de las personas afectadas solicitara los datos a la empresa y le fueran negados.
Las redes sociales ya cuentan en su haber con muchos problemas de diversa índole que han llegado a la Justicia. Por ejemplo, la Corte Suprema colombiana condenó a cuatro años de prisión efectiva a un hombre que extorsionaba a mujeres por Facebook amenazándolas con que publicaría imágenes y videos de ellas con contenido pornográfico.
Un caso con características similares se presentó en el Reino Unido. Nicola Brookes solicitó a la empresa de Marck Zuckerberg los datos de usuarios, más precisamente su IP, que la difamaron a través de perfiles presuntamente falsos. Es bastante sencillo realizar una acción semejante en este tipo sitios web.
Por este motivo, y teniendo que recurrir una vez más a la Justicia, el Tribunal Supremo de Gran Bretaña ordenó a Facebook que brinde la IP y otros datos de acceso a la página de las personas que difamaron a la denunciante.
La polémica fue generada en torno a estas personas conocidas en la jerga de los cibernautas como "trolls". Son usuarios cuya finalidad es suscitar diferentes polémicas y crear enfrentamientos en el ámbito web a través de métodos como los utilizados en este caso. En diversos lugares del mundo se han llevado a cabo iniciativas en contra de estas prácticas, como el proyecto presentado en la Argentina por la senadora María de los Ángeles Higonet contra el robo de identidad digital.
Todo comenzó cuando Brookes publicó un comentario a favor de un participante de un reality show que se transmite en el Reino Unido. Desde entonces, estos usuarios denominados "trolls" comenzaron a "perseguirla", a acecharla en Facebook.
Comenzaron a publicar mensajes de todo tipo, insultándola, difamándola, llegando inclusive a tratarla de pederasta. Más tarde, crearon un perfil haciéndose pasar por la mujer donde publicaron información falsa y llevaron a cabo una acción más perversa: enviar mensajes a menores para que tenga sustento la difamación su contra.
Cuando Nicola Brookes solicitó los datos, desde la empresa respondieron que ese tipo de datos no podían ser divulgados por la red social. Por eso, decidió acudir a la Justicia.
Así es que el Tribunal decidió que Facebook deberá brindar los datos solicitados oportunamente para que los culpables afronten el proceso correspondiente en su contra.