En Río Negro, el STJ difunidó las remuneraciones de la magistratura: dos tercios de los sueldos de más de 40.000 pesos en la administración pública pertenecen al Poder Judicial. En algunos casos, los pagos por subrogancias implicaron una suba de más del 35% sobre el monto final del salario.
Es consabido que el nivel de gastos de las provincias del sur es mayor al de las demás regiones. Por eso es que no es extraño ver salarios elevados en las mismas categorías, tanto en el ámbito público como en el privado. En términos estatales, para mantener transparencia en este respecto, el Superior Tribunal de Justicia de Río Negro realiza todos los años un detalle sobre los montos que perciben en la magistratura. Los números son, cuando menos, tentadores para todos aquellos que quieren llevar adelante una carrera en la Justicia.
Es que según los datos oficiales, más de dos tercios del total de los sueldos de más de 40.000 pesos pagados en alguno de los poderes del Estado rionegrino pertenecen al Poder Judicial. Asimismo, también percibieron en los recibos de algunos meses, aumentos de hasta el 35% por subrogancias, con el cobro de montos de más de 16.000 pesos.
Además, desde el máximo tribunal provincial están estudiando la implementación de un nuevo sistema de Medición e Indicadores de Gestión (MIG), que busca, a su vez, brindar criterios para que, en tanto la medida sea positiva, se puedan otorgar premios o bonificaciones como adicionales a la remuneración en el Poder Judicial.
Uno de los nuevos integrantes del STJ, Sergio Barotto, fue el encargado de informar al respecto de estas cuestiones. Informaciones periodísticas habían precisado que el magistrado cobraba más de 50.000 pesos mensuales, y las cifras oficiales no estuvieron tan lejanas de la realidad. Es que, contando su aguinaldo, cobró “de bolsillo” más de 42.000 pesos.
En tanto, la información sirvió a modo de justificación, debido a que habían surgido cuestionamientos acerca de los salarios de algunos jueces. Lo que buscó el STJ fue echar por tierra todos los argumentos que habían sido esgrimidos en este sentido. Por ejemplo, los camaristas Miguel Gaimaro Pozzi y Silvia Baquero Lazcano cobraron sueldos brutos, en abril, por 43.780 y 42.672 respectivamente debido a que tienen ajustes retroactivos.
Pero la defensa no terminó allí. Es que también se habían realizado señalamientos por el sueldo del camarista Carlos Salaberry, quien cobró, en abril también, un bruto de 57.042 pesos. Según se precisó en el informe, esto fue debido a que realizó subrogancias que le valieron el acople de más de 13.000 pesos a su salario.
En este sentido, desde el STJ alegaron que "un juez subroga (reemplaza temporalmente) a otro, se le paga por dicha tarea "extra" un tercio del cargo subrogado, es decir, que el Poder Judicial –también temporalmente- se ahorra dos tercios del salario en cuestión".
Luego, mostraron más números relativos a esta cuestión. Así fue el caso del juez Ernesto Rodríguez, quien percibió más de 54.000 pesos de sueldo bruto de los cuáles 13.000 pertenecían a subrogancias; el magistrado Juan Lagomarsino, quien recibió más de 53.000 de donde 12.000 son por tareas de reemplazos.
El ejemplo más destacado en este sentido es el del juez Víctor Camperi, quien cobró un salario de más de 48.000 pesos de los cuales 16.000 pertenecían a subrogancias.