Más vale tarde que nunca con la reforma del Código Civil y Comercial

Ante medios que cubrieron los encuentros parlamentarios de este lunes, el diputado Julián Domínguez (FpV) afirmó que la reunión que se llevó a cabo con el ministro de Justicia Julio Alak y otros integrantes del bloque fue para consensuar una propuesta “hacia adentro” en relación a un tema que fue, por demás, postergado: la reforma y unificación de los códigos Civil y Comercial.

 

En orden a contestar los interrogantes de por qué no se brindó un tratamiento, Domínguez expresó que existe la voluntad política para tratar de que la iniciativa "sea aprobada antes de fin de año". Pero para eso, primero deben elaborar una propuesta de conjunto en el bloque y luego debatir con las ideas presentadas desde los diferentes sectores de ambas cámaras.

 

El titular del bloque del Frente para la Victoria aseveró que “estamos trabajando con seriedad en un trabajo tan complejo como es el Código Civil y Comercial que tiene más de cuatro mil artículos”.

 

Algunos de los temas particulares que fueron debatidos son los relacionados con los pueblos originarios y las personas jurídicas. Desde varias comunidades indígenas presentaron sus quejas en relación a la forma en que eran considerados por los proyectos de reforma y unificación que fueron presentados hasta este momento.

 

Micaela Gomiz, representante del Observatorio de Derechos Humanos de Pueblos Indígenas, declaró ante la Comisión Bicameral que lleva a cabo la iniciativa que “este proyecto es promotor de desalojos indígenas y promotor de condenas penales por usurpación. Hoy, la discusión sobre la propiedad comunitaria indígena se da en el ámbito judicial y no en otros ámbitos”.

 

Además del titular de la cartera de Justicia, también estuvo presente, en representación de ese órgano del Ejecutivo, el secretario Julián Álvarez. De parte de los legisladores también formaron parte de la reunión Luis Cigogna, Pablo Kosiner, Raúl Barrandeguy, Mario País, Alfredo Dato y Graciela Gianetassio, entre otros.

 

Otro de los temas que fue debatido por los legisladores del oficialismo fue el divorcio. La nueva normativa y el anteproyecto proponen adaptar los artículos del Código Civil a los precedentes que existen en este sentido, dejando atrás las mandas que exigen, por ejemplo, el deber de fidelidad por tres años después de la separación de hecho, un punto que también generó debate y no un pleno consenso de cara al mundo del derecho.

 

Otra manifestación que había tenido al respecto el ministro de Justicia es la relativa a los contratos en moneda extranjera: “Como decía Arturo Sampay, el Código Civil es la obra codificada más importante después de la Constitución; por eso el Código proyectado tiene una gran virtud: está escrito de manera clara y sencilla, al alcance de la comprensión de toda la sociedad y no sólo de los expertos”.

 

“Los contratos en moneda extranjera se puede formular, son lícitos, no están prohibidos como en Brasil. Y la autonomía de la voluntad está protegida. Quizás se analice este artículo de una manera coyuntural, pero estamos armando un código que regulará por décadas o centenares de años”, afirmó en ese mismo respecto.