Al fallecimiento de Jorge Antonio Bacqué el lunes pasado, se sumó la reciente pérdida de Eduardo Moliné O´ Connor, El primero renunció al Máximo Tribunal poco antes del ingreso, el segundo fue destituido luego de un extenso juicio político. Los fallos importantes de cada uno.
Dos ex integrantes de la Corte Suprema fallecieron en menos de una semana, se trata de Jorge Antenio Bacqué, ministro del Tribunal entre los años 1985 y 1990, que falleció el pasado lunes, y Eduardo Moliné O´ Connor, fallecido esta madrugada a los 72 años de edad.
La Corte de Bacqué
Bacqué, abogado y profesor de filosofía del derecho, ingresó a la Corte ante la vacanta que dejó Genero Carrió, y fue compañero de José S. Caballero y Augusto C. Belluscio, además de de los actuales ministros Carlos S. Fayt y Enrique S. Petracchi.
Algunos de los fallos importantes que dejó esa Corte conformada por Bacqué, se encuentran “Campillay”, en el que se juzgó la responsabilidad de los medios de prensa por las noticias publicadas y reconoció que “el aludido derecho a la libre expresión e información no es absoluto en cuanto a las responsabilidad que el legislador puede determinar a raíz de los abusos producidos mediante su ejercicio, sea por la comisión de delitos penales o actos ilícitos civiles”.
Bacqué también firmó fallos como Bazterrica, donde participó de la mayoría que juzgó que la tenencia de estupefacientes para uso personal no podía ser perseguida penalmente afirmando que “el hecho de no establecer un nexo razonable entre una conducta y el daño que causa, implica no distinguir las acciones que ofenden a la moral pública o perjudican a un tercero, de aquellas que pertenecen al campo estrictamente individual, haciéndose entonces caso omiso del art. 19 de la Constitución Nacional que, como queda dicho, obliga a efectuar tal distinción”.
En “Sejean” votó en favor de que los divorciados vuelvan a contraer nuevas nupcias, declarando a inconstitucional de la Ley de Matrimonio Civil,y dando paso a la posterior declaración de la ley de divorcio vincular. En el fallo se destacó que “no se puede pensar que la indisolubilidad de matrimonio genera una garantía de cohesión social”.
Firme a sus convicciones, en “Camps”, Bacqué suscribió una disidencia total al fallo que declaró la constitucionalidad de la Ley de Obediencia Debida, a la quecalificó de contraria “al principio de la división de poderes (arts. 1º, 94, 95 Y 100 de la Constitución Nacional)”, y “no menos que a la garantía del debido proceso que asegura la defensa en juicio de la persona y de los derechos”.
O´ Connor en el Máximo Tribunal
Ampliada la conformación de la Corte, que en 1990 pasó de tener 5 a 9 ministros, y que fue causa de la renuncia de Bacqué, Eduardo Moliné O´ Connor, con desempeño en el fuero Civil de cuya Cámara de Apelaciones fue relator, ingresó al Máximo Tribunal en ese año y se despidió en 2003, luego de que fuera destituído por juicio poítico. Tuvo como compañeros a Ricardo Levene (h.) , Mariano A. Cavagna Martínez, Carlos S. Fayt, Augusto C. Belluscio, Enrique S. Petracchi, Rodolfo C. Barra, Julio S. Nazareno y Antonio Boggiano.
Esa composición del Alto Tribunal dictó entre otros fallos, “Edmedkian c/ Sofovich”, que en 1992 hizo aplicación de los tratados internacionales en materia de derechos humanos, autorizando al actor – profesor de derecho constitucional- a ejercer su “derecho a replica” por nos comentarios religiosos efectuados en un programa de televisión.
En esa oportunidad, Moliné O´ Connor votó en disidencia junto a Petracchi, porque consideró que “el tipo de información que da origen al derecho de rectificación o respuesta es aquel que se refiere directamente al presunto afectado o, al menos, lo alude de modo tal que resulta fácil su individualización”, lo que no ocurría en el caso.
En materia penal, suscribió el fallo “Giroldi”, que declaró “invalidez constitucional de la limitación establecida en el Art. 459, inc. 2 del Código Procesal Penal de la Nación, en cuanto veda la admisibilidad del recurso de casación contra las sentencias de los tribunales en lo criminal en razón del monto de la pena”, y también autorizó la extradición de Erich Priebke.
También fue uno de los firmantes en el caso “Fayt” que sostuvo que no se podía “un término a la garantía de inamovilidad de los jueces federales con motivo del cumplimiento de una edad determinada”, en relación a la cláusula constitucional del artículo 99 inciso 4 sobre la necesidad de un nuevo nombramiento de los magistrados federales luego de que cumplan 75 años.