Se trata de Santiago Otamendi, magistrado en lo Penal, Contravencional y de Faltas de la Ciudad y hombre de confianza del ministro Germán Garavano. Los antecedentes y la trayectoria del flamante secretario de Justicia de la Nación.
Mediante el Decreto 60/2015, el Poder Ejecutivo nombró a Santiago Otamendi como el nuevo Secretario de Justicia del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos. De esta manera, Otamendi reemplazará al ex secretario Julián Álvarez.
En 1990 obtuvo el título de abogado especialista en Derecho Penal en la Universidad Católica Argentina. Entre 2010 y 2012 ocupó el cargo de Consejo de la Magistratura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, representando al estamento judicial.
Dentro del Poder Judicial, Otamendi fue Secretario General de Acceso a Justicia y Derechos Humanos, en el Ministerio Público Fiscal de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires cuando Garavano era su titular. Hasta 2014 se desempeñó como juez Penal, Contravencional y de Faltas, a cargo del Juzgado Nº 27.
Con 50 años, Otamendi es profesor de Derecho Procesal Penal y Derecho Sancionatorio de la Ciudad. Autor de diversas publicaciones referidas a la Gestión Judicial y Acceso a la Justicia, entre las cuales se destaca un Manual de Intervención en caso de Trata de Personas en Argentina.
A lo largo de su carrera, el flamante secretario fue Director de Relaciones Internacionales de la Federación Argentina de la Magistratura (FAM) y trabajó activamente en distintos foros nacionales como internacionales en la concientización y capacitación de los actores del sistema judicial respecto de la necesidad de mejorar en forma continua la prestación del servicio de justicia y de la importancia de interactuar con los sectores organizados de la sociedad civil.
Asimismo, se desempeñó como investigador en el Foro de Estudios sobre la Administración de Justicia (FORES). Años más tarde, integró el Programa Integral de la Reforma Judicial del Ministerio de Justicia. Dicho proyecto buscaba capacitar a los abogados, fiscales y jueces en cuestiones relativas a la facilitación del acceso a la Justicia, a la celeridad en la gestión judicial y a la administración de los tribunales.
En el ámbito judicial, Otamendi es recordado por imponer la primera condena de arresto por conducir bajo los efectos del alcohol en el año 2009. En el caso, el juez le impuso una multa de 300 pesos y un día de prisión a un joven de 25 años que registró 1,62 ml de alcohol en sangre al enfrentar un control de alcoholemia. Además, el magistrado dispuso la condena económica y de arresto, ya que era la segunda ocasión en la que el joven condujo un vehículo con más alcohol en la sangre que el permitido por el Código Contravencional porteño.