Una salida a la crisis de la Justicia del Trabajo

Expedientes apilados, baños clausurados, ascensores fuera de servicio, largas colas de espera y edificios colapsados. La crisis en el fuero laboral no es nueva, por el contrario, la situación parece ir en franco agravamiento.

En este contexto, la organización Encuentro de Abogados Independientes interpuso un amparo solicitando “el correcto funcionamiento de la Justicia Nacional del Trabajo y la inmediata declaración de emergencia administrativa, presupuestaria y de seguridad e higiene en el fuero”. La presentación recayó en el juzgado en lo Contencioso Administrativo Federal N°3 a cargo de Claudia Rodríguez Vidal.

El escrito, de 30 páginas, requirió “la inmediata entrega de insumos para el adecuado desempeño de los juzgados del fuero; la emisión de una resolución que le indique a los magistrados que no pueden trasladar sus responsabilidades a los abogados; que el Consejo realice los concursos necesarios y/o eleve las ternas al Poder Ejecutivo a fin de que con la mayor celeridad posible se designen jueces titulares en los juzgados vacantes”.

Además, se solicitó “la realización de mejoras edilicias necesarias para una correcta administración de justicia, y la adopción de medidas para la adaptación de los sistemas informáticos a las especificidades del fuero con el consecuente provisionamiento de instalaciones informáticas acordes”.

Nicolás Oszust, abogado y miembro de la organización, explicó: “Fuimos relevando cuáles eran los inconvenientes. De este modo, pedimos la declaración inmediata de la emergencia edilicia y la adecuación de los fondos”.

“En el edificio de Diagonal 760 los baños están clausurados. Por otro lado, cuando un abogado va a una audiencia no le entregan copia de las actas y se las mandan por correo electrónico, ya que no hay insumos.”, advirtió Oszust, en diálogo con Diario Judicial.

Un sinfín de problemas

Sobre los principales problemas del fuero, el amparo destacó que “los juzgados del trabajo hoy perciben $2912 por mes para gastos que se destinan casi totalmente a productos de limpieza, artículos de baño y cocina”, lo que deriva en el faltante de insumos para el funcionamiento de las impresoras, por ejemplo.

“El personal debe recurrir a una sola impresora por juzgado, cuando simultáneamente se celebran tres a cuatro audiencias al mismo tiempo, sin contar las resoluciones que se emiten en forma constante”.

En este sentido, el escrito reconoció que, "en algunos juzgados, solventan por medio de sus jueces y secretarios el servicio de limpieza de las instalaciones porque carecen de un servicio integral”. En cuanto a las condiciones mobiliarias, el amparo hace hincapié en “el amontonamiento de muebles y sillas que por su deterioro no pueden ser utilizadas en las salas de audiencias”.

Respecto a la situación del edificio de Perón 990,  la presentación destacó que “no es apto para el funcionamiento de los juzgados del fuero, sólo poseen tres ascensores que no permiten subir más de cinco personas y escaleras angostas, que generan largas e interminables filas bajo el sol y la lluvia en la vereda”.

Viejos problemas, nuevos reclamos

A través de un comunicado, la Asociación de Abogados Laboralistas (AAL) manifestó que “para que el Poder Judicial sea eficaz, debe contar con un presupuesto adecuado que permita designar más personal y funcionarios en cada Juzgado o Tribunal, eliminar las carencias edilicias, terminar con la falta de elementos de trabajo”.

Por su parte, el Colegio Público de Abogados de la Capital Federal (CPACF) exigió en diversas oportunidades la “urgente normalización del fuero”, y la inmediata solución de los diferentes problemas que “atentan contra el normal desarrollo del ejercicio profesional”.

Meses atrás, la institución envió cartas a la Corte Suprema y al Consejo de la Magistratura exponiendo su “preocupación por la creciente y constante problemática del fuero en la que, la falta de personal, de Juzgados suficientes conjuntamente con las faltas edilicias graves que hacen que no haya espacio físico para tomar audiencias más que de pie, han generado la pérdida de eficiencia (…)”.

“La crisis del fuero no es nueva; hay un tema de infraestructura y carencia de personal que se remonta en el tiempo”, explicó a Diario judicial, Pablo Dameschik, abogado laboralista y Protesorero del CPACF, quien además es miembro del Instituto de Derecho del Trabajo.

Como integrante del Colegio, Dameschik destacó: “Hemos trabajado en la cuestión para encontrarle una solución. Muchos aportan quejas, pero hay que aportar también soluciones. Estamos en el fuero, trabajamos y vemos la problemática. Es un tema que me desvela, porque yo litigo en la Justicia del Trabajo”.

Sobre las principales inquietudes que expresan los matriculados, Dameschik aclaró que “no hay unanimidad, ya que es un conjunto de cuestiones: ocupar la vacancia en los juzgados, mayor infraestructura edilicia, la sobrecarga del fuero, entre otros temas”.

"El fuero subsiste por el trabajo de su gente"

En diálogo con Diario Judicial, el titular de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo, Gregorio Corach, afirmó: "El problema básico es que el fuero no está adecuado a la litigiosidad que tiene en la actualidad, es decir ha crecido de una manera exponencial". En este sentido, indicó que "en 2011 entraron 58 mil demandas, pero en 2015 ingresaron casi 100 mil".

"Tenemos necesidades edilicias, de insumos, y de personal. Sin embargo, debo destacar que este fuero funciona porque su personal se rompe el alma trabajando. Hay una dedicación que vas más allá de la remuneración. Por otro lado, la mayoría de los jueces se comportan de una manera excelente. El fuero subsiste por el trabajo de su gente", agregó.

Corach destacó que "faltan tóners desde el año pasado, pero lo hemos solucionado solicitando insumos o poniendo dinero". Y aclaró: "El año pasado fue dramático. Yo soy optimista, ya que la Corte y el Consejo de la Magistratura nos están dando una mano enorme. Estamos comprometidos".

Al ser consultado por la falta de personal, Corach explicó que "es un reclamo constante, ya que con mayor personal se pueden utilizar mejor los recursos edilicios". Además, reiteró la necesidad de los "98 cargos que están contemplados en el presupuesto aprobado", junto a los cargos que "se llevaron a la Justicia Comercial y Seguridad Social". 

El titular de la Cámara concluyó: "No pretendemos grandes cosas, sólo queremos trabajar con un nivel de medios que sea el adecuado".

Poco a poco van llegando las soluciones

En febrero pasado, el presidente del Consejo de la Magistratura, Miguel Piedecasas, junto al presidente de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo, Gregorio Corach, oficializaron la entrega de la sede de los juzgados que funcionarán en el edificio de Paraná 520.

Según informaron, en una primera etapa se van a mudar a dicho inmueble los juzgados N°68, 70 y 80. El traslado está previsto antes del comienzo de la feria judicial de invierno. Luego, van a continuar con las obras para finalizar la mudanza. “Sabemos que no es la solución definitiva al colapso del fuero del trabajo”, expresaron desde la Unión de Empleados de la Justicia de la Nación (UEJN), mediante un comunicado de prensa.

En cuanto al acopio de archivos, la representante de los abogados de la matrícula federal en el Consejo de la Magistratura de Nación, Adriana Donato, informó que “existe un expediente para alquilar un inmueble ubicado en la calle Alsina como posible locación”.

“Le sugerí al presidente del Cuerpo trasladar a ese inmueble parte del archivo laboral, porque es una gran preocupación. Luego de varias reuniones, los jueces me manifestaron la problemática de tener el archivo dentro de los juzgados. No es una solución para todo el problema, pero vamos sumando”, dijo Adriana Donato, quién además es consejera de zona.