El juez federal Ariel Lijo citó a indagatoria para el 12 de mayo al último director del PAMI, Luciano Di Cesare, por haber cobrado más de un millón de pesos por vacaciones no gozadas. El juez le imputó "haber defraudado al Estado Nacional por la suma 1.300.826,77 pesos, a través de la liquidación de las vacaciones no gozadas correspondientes a los años 2004/2012". El juez explicó que Di Cesare, en su carácter de Director Ejecutivo, "solicitó al organismo que presidía el abono correspondiente a los días de vacaciones no gozadas, sin tener derecho a su percepción y con conocimiento de que la sustitución del descanso anual -por una compensación monetaria- y la licencia no usufructuada en ese lapso -que caduca con el mero transcurso del tiempo-, infringía lo estipulado en los artículos 157 y 162 de la Ley de Contrato de Trabajo". Desde noviembre pasado Di Cesare ya está procesado por el delito de defraudación a la administración pública por haber comprado letras del Tesoro nacional con plata de los jubilados, de 2008 y 2012, en el marco de una causa que sustancia el juez federal Claudio Bonadio.