Tras una inspección, el fiscal federal de Lomas de Zamora, Leonel Gómez Barbella, el fiscal general Abel Córdoba y el fiscal ad hoc Claudio Pandolfi denunciaron penalmente la situación del sector neurosiquiátrico del hospital intramuros de la cárcel federal de Ezeiza. En la presentación, indicaron "las deficiencias constatadas por los funcionarios en los recintos del denominado Programa Interministerial de Salud Mental Argentino (PRISMA)". En este sentido, los fiscales describieron que "las cocinas de cada pabellón presentan suciedad acumulada y circulan por la mesada y paredes un sinfín de cucarachas en forma permanente, constatando gran cantidad de ellas dentro de los muebles bajo mesada que, por ello, se han tornado inutilizables".Respecto a las deficiencias en la instalación eléctrica, los fiscales destacaron que "en algunos casos para prender la luminaria de la celda los pacientes-detenidos deben unir ambos cables a través de la manipulación directa", y añadieron que "el radio de influencia del agua de la ducha y/o pileta podía alcanzar a las conexiones eléctricas precarias y sin aislación, en un contexto en el que también los inodoros pierden y/o se rebalsan al ser activados, produciendo la inundación de la celda".