El juez federal Carlos Rozanski presentó formalmente su renuncia ante el Ministerio de Justicia en virtud de haber obtenido el beneficio jubilatorio. El magistrado estaba siendo investigado en el Consejo de la Magistratura por supuesto “acoso laboral” a empleados judiciales. Denuncias y apoyos para el juez que será recordado por dictar la sentencia del resonante juicio al ex represor Miguel Etchecolatz en 2006.
El titular del Tribunal Oral en lo Criminal Federal de La Plata, Carlos Rozanski, presentó su renuncia ante el Ministerio de Justicia de la Nación, luego de verse envuelto en una polémica con los integrantes del Consejo de la Magistratura de la Nación, quienes analizaban iniciarle un juicio político por mal desempeño.
Desde la cartera de Justicia expresaron que “Rozanski justificó su renuncia en virtud de haberle sido concedido el beneficio jubilatorio”, y advirtieron que "el trámite seguirá las vías administrativas normales". Aunque el Poder Ejecutivo aún no aceptó su renuncia, fuentes ministeriales afirmaron que "se efectivizará en las próximas horas".
Esta dimisión se da en el marco de una denuncia impulsada por el titular de la Unión de Empleados de la Justicia de la Nación (UEJN), Julio Piumato, quien acusó al magistrado por presunto "acoso laboral" contra empleados de su tribunal. De este modo, Rozanski se convirtió en el cuarto juez que renuncia a su cargo, acorralado frente a un juicio político inminente.
En declaraciones radiales, el presidente del Tribunal Oral Federal 1 de La Plata sostuvo que “estaba siendo perseguido por el Consejo de la Magistratura", y acusó al gremio judicial “de poner afiches en su contra por toda la Ciudad”.
Fuentes cercanas al cuerpo explicaron que en el expediente -bajo la instrucción del consejero en representación del Poder Ejecutivo- había “elementos objetivos para avanzar con una imputación por mal desempeño”, ya que la Comisión “había recopilado numerosas pruebas y testimonios que lo complicaban”.
Recientemente, Rozanski promovió una querella por “estafa procesal en concurso con falsedad ideológica de instrumento público, conducta prevaricante y violación de los deberes de funcionario público y abuso de autoridad” contra la Comisión de Disciplina y Acusación, encargada de investigar a los magistrados.
En su presentación, consideró que se había “reciclado” una denuncia “prescripta y archivada, para darles curso como si se tratare de una nueva”. Por ello, acusó a los consejeros de obrar de forma “lesiva de los derechos y garantías, constitucionales y convencionales” con la pretensión de "deshacerse de los jueces realmente independientes (…)”.
Un juez reconocido y cuestionado
Rozanski fue reconocido por sus tareas llevadas adelante como presidente del Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 1 de La Plata, donde condenó a prisión perpetua a Miguel Ángel Etchecolatz, en lo que significó el primer juicio oral post fallo “Simón” que abrió la puerta a la reapertura de los juicios por delitos de lesa humanidad. El ex sacerdote Christian Von Wernich también fue condenado por esa causa.
Oriundo del barrio de Boedo, Rozanski comenzó su carrera judicial a principios de los ‘90 cuando se mudó a Bariloche con su mujer e hijos. Allí fue juez de Cámara hasta el año 2000, cuando luego de salir primero en la terna del concurso para camarista federal platense, el ex presidente Fernando De La Rúa lo puso al frente del TOF n°1, desde donde saltó al plano nacional gracias a sus labores en los juicios de Lesa Humanidad.
Pero a la par de esos elogios, también vinieron las críticas, tanto de colegas como de empleados. La primera de las denuncias se remonta al año 2009, fue su colega recién llegado al Tribunal, Pablo Bertuzzi, quien fue al Consejo de la Magistratura a pedir una auditoría de ese Cuerpo. Los cuestionaremos vinieron porque se dejaron prescribir diversas causas referidas a delitos “ordinarios”, dado que la mayor parte de los recursos se pusieron para tramitar las de lesa humanidad y causas con detenidos. Horacio Insaurralde, quien también compartió el Tribunal con ambos y tuvo denuncias cruzadas con Rozanski, se jubiló y renunció al poco tiempo
A la par, la Unión de Empleados de la Justicia de la Nación denunció malos tratos hacia sus empleados. Julio Piumato, secretario general de la UEJN, fue quien impulsó las denuncias tras oír las quejas de los empleados de Rozanski. Los reclamos, que se mantuvieron hasta la fecha, fueron acompañados de carteles y pancartas alrededor del edificio del Consejo de la Magistratura.
En 2011 la UEJN publicó un comunicado denunciando que Rozanski realizaba persecusión gremial e incluso hizo “Listas Negras”. “Denunciamos que la estrategia del juez, quien sigue sin quitarse la careta tal como se lo solicitaremos en el acto, es una movida más en su plan por exterminar la actividad gremial dentro del Tribunal, que ha combatido en forma tozuda con infiltración en las asambleas y apertura de sumario a los delegados", detallaba el texto.
El gremio de judiciales había cuestionado ese accionar "propio de las técnicas clandestinas de la última dictadura" y se mostró sorprendido porque "un juez de la Nación que debe honrar su cargo con el respeto a los Derechos Humanos". Como contrapartida, Rozanski denunció “presiones y amenzas” por parte de Piumato.
El juez renunciante también gozó de apoyo, en 2015 organismos de Derechos Humanos, la CTA, referentes de la Facultad de Periodismo de La Plata y diputados del Frente Para la Victoria realizaron un acto en repudio a las amenazas que habría sufrido Rozanski en el marco de su labor al frente de los juicios en los que se evaluaba la responsabilidad en el centro clandestino “La Cacha”.
En el último tiempo Abuelas de Plaza de Mayo y Florencia Saintout, decana de la Facultad de Periodismo de La Plata, presentaron sendos amicus curiae ante el Consejo en respaldo del magistrado, expresando “preocupación y condena” por las causas que tramitaron en su contra, denunciando una “manifiesta intención persecutoria”.