La suerte puede ser definida de diversas formas u operar sobre distintos aspectos de la vida de las personas, desde cuestiones innatas, hasta las circunstancias en que vivimos, pero cuando se trata del Derecho Penal, el tema se vuelve inquietante.
Este es un libro poco común, lo cual puede ser bueno o malo. Pero ya es una ventaja sobre gran parte de la producción de textos jurídicos.
Es poco común desde el título “Suerte Penal”, pues se refiere a un tema muy cercano a nuestra vida cotidiana, como es la influencia de la suerte en nuestras vidas, pero desde una perspectiva interna del derecho penal. Es decir, qué pasa con la buena o mala suerte de nuestra actividad en el mundo cuando se vincula a la responsabilidad penal.
Si una persona vuelca su copa de vino sobre nosotros, debido a un ademán realizado mientras contaba un chiste, nos puede molestar sea por la mancha que quedará en la ropa, por lo inoportuno, porque teníamos una reunión importante después, etc. Pero si alguien se acerca a nuestra mesa y toma la copa y nos la vuelca sobre nuestra ropa, con una consecuencia idéntica al accidente de mi amigo, la molestia es diferente, ya que el reproche es sobre su conducta dirigida, controlada, premeditada, de manchar nuestra ropa como símbolo de alguna otra cosa que quería comunicar con esa acción. El enojo o la recriminación es de otro tenor, tiene otro fundamento.
Incluso no parece narrativamente inadecuado que se responda, al amigo compungido por su error, que se trató de mala suerte. Este efecto se podría acentuar si la copa no se hubiera caído aun con el ademán si no hubiera sido apoyada sobre una arruga del mantel, de ninguna manera atribuible al amigo.
Esta escena de la vida cotidiana refleja en cierta forma que puede haber cierta confluencia entre nuestras conductas, los planes que hacemos, etc., en definitiva, aquello que controlamos y aquello que depende de factores ajenos a nosotros mismos pero que pueden llevar a resultados desagradables para nosotros o para otros.
La suerte puede ser definida de diversas formas u operar sobre distintos aspectos de la vida de las personas, desde cuestiones innatas, hasta las circunstancias en que vivimos. Por ejemplo, mi amigo pudo ser un gran ingeniero si no hubiera tenido que trabajar desde muy joven para mantener a su madre. Esa circunstancia fortuita cambio su vida.
También puede ocurrir que la persona obtenga un resultado, como el que tira la copa manchándome, que nunca quiso, ni pudo controlar, ni que dependiera de su previsión o preparación. A su vez, la historia de la ciencia está llena de descubrimientos fortuitos, donde la suerte juega a favor en los resultados.
Estas ideas que pertenecen a nuestra concepción diaria de la suerte y la responsabilidad también se reflejan en la moral y el derecho penal, pero claro está que en este último se juega la libertad de las personas en el juicio de responsabilidad que le es propio.
Si esos resultados no dependen de nosotros, castigar por ellos sería como castigar al inocente, algo que el derecho penal rechaza desde el principio de culpabilidad, como rector de aquello que constituye la base fundamental del reproche penal.
Esto es lo que el libro acerca al lector. Toda la discusión, especialmente, en el ámbito anglosajón, que es donde se ha desarrollado más esta problemática, las posturas de los autores, cada teoría desarrollada al efecto, pero también propone un ida y vuelta entre el pensamiento filosófico y el derecho penal.
Un análisis desde fuera de la dogmática penal continental para retornar a ella con puntos de vista que permite derivar nuevas consecuencias o soluciones.
La obra es resultado de una tesis doctoral pero a pesar de ser netamente académico resulta entretenido y tiene la intención de abrir una nueva puerta para entender problemas sobre los que el derecho penal debe seguir pensando.
Presentación
El libro se presentará en la Facultad de Derecho de la UBA el lunes 14 de noviembre a las 18 hs en el Salón Rojo, con entrada libre y gratuita. Serán los anfitriones de Mario Villar, los profesores Edgardo Donna y Edmundo Hendler, quienes comentarán el contenido de la suerte penal en un panel que será conducido por el profesor Leonardo Miño.