Mario Juliano integra el Tribunal en lo Criminal 1 de Necochea y además es Director Ejecutivo de la Asociación Pensamiento Penal. Meses atrás cobró notoriedad cuando asumió públicamente que su hija consume y cultiva marihuana. Defensor del consumo personal, redactó un documento con más de 250 firmas de magistrados de todo el país, pidiendo una política de drogas acorde a las necesidades actuales que no persiga a los cultivadores. En diálogo con Diario Judicial, el magistrado plantea la necesidad de modificar la Ley de estupefacientes y del inútil intento de la Justicia de criminalizar a los consumidores.
¿Por qué debería ser legal la tenencia de marihuana y con qué fines?
La tenencia debería ser legal para que el Estado pueda regular el uso de una sustancia que tiene un impacto directo sobre la población, sobre una buena parte de la población y donde se podría llevar a cabo unas políticas como se hacen respecto de otras sustancias, como el alcohol y el tabaco, donde se realizaron acciones que han sido muy positivas. Por un lado se desalentó al uso del tabaco y, por otro lado, reglamentó los sitios donde se puede consumir o quienes son las personas que pueden acceder a esa sustancia y, además, se volvió una actividad regulada con impuestos. Todas estas son buenas razones para pensar en la legalización o mercados regulados. Luego, hay una cuestión absolutamente prioritaria que es el carácter medicinal. Esto tiene que resolverse en el modo mas inmediato posible porque hay muchísimas personas que están pendientes de poder conseguir esta sustancia para tratar afecciones que no tienen respuesta con la medicina tradicional. Soy de la idea tradicional y ortodoxa que todas aquellas actividades que no ocasionen perjuicios a terceros están exentas de la actividad de los magistrados y deben ser legalizados. Los actos autorreferentes privados de las personas no deben caer bajo la acción de los Magistrados.
¿La legalización contrarresta el narcotráfico?
Total y absolutamente. Es quitarle el negocio al narcotráfico que lucra con la prohibición que es el mejor negocio que puede tener. Continuar con el prohibicionismo y querer combatir el narcotráfico es no comprender la lógica de este negocio, así de sencillo. El negocio de las drogas lucra con la clandestinidad.
¿Está preparada la Justicia argentina para afrontar hoy la legalización?
Si fuéramos a un contexto de legalización, la justicia no tendría nada que hacer porque seria una actividad legal. Si impactaría dentro del mundo judicial el descongestionamiento de los tribunales de miles de causas que no tienen ningún destino ni impacto sobre la realidad y que lo único que significan es hacer como que hacemos algo cuando en realidad no hacemos nada. El manifiesto realizado por los magistrados argentinos tiende a abandonar el discurso de “guerra contra las drogas”, que fracasó en todas partes donde se lo ha impulsado.
¿Se refiere a las causas que entran a los juzgados por droga?
Sí, me refiero al 80 por ciento de las causas por estupefacientes que están vinculadas fundamentalmente con tenencia para consumo, tenencia simple o narcomenudeo. Concentrarse en el tema del narcomenudeo es ignorar las reglas del mercado de la droga, y por cada microtraficante apresado o por cada punto de distribución que logremos cerrar, el mercado va a operar inmediatamente procediendo a su reemplazo; esto es lo que ocurre en nuestro país y en el mundo. Para graficarlo: lo que hacemos es querer terminar con un hormiguero pisando las hormigas una a una. Esto sucede hoy en los Tribunales.
¿Qué cambios debe sufrir la Ley de Estupefacientes en vistas a la legalización?
Hay que hacer una ley de estupefacientes que sea acorde a los tiempos, a las necesidades y que reconozca el notorio fracaso de la guerra contra las drogas. Es necesaria una ley de estupefacientes moderna que deje de lado la persecución a usuarios, que es notoriamente inconstitucional. Lo dijo la Corte Suprema de Justicia en el año 1986. Es necesario pasar a un sistema de regulación del Estado de modo responsable, que tome cartas en esta cuestión y donde, básicamente, se respete la libertad a los individuos y se enfoque la acción hacia los eslabones más importantes de la cadena del narcotráfico que es donde hay que poner la atención.
Los cultivadores, tanto para consumo personal o uso medicinal, ¿tienen hoy algún tipo de protección jurídica?
No, no tienen ningún tipo de protección y de hecho hay gran cantidad de cultivadores que de ningún modo están destinando su cultivo para el comercio y están siendo apresados. Por ejemplo, hace un mes y medio atrás en Córdoba dos jóvenes que serán puestos en libertad mañana estuvieron casi dos meses detenidos. Le pasó lo mismo a un jubilado de 71 años en Rosario que cultivaba para fines personales. Así a lo largo y ancho del país. Los cultivadores lamentablemente no tienen protección.