El constructor que, defendiéndose de un robo, disparó contra un presunto asaltante que se acercó a su camioneta en el barrio de Caballito, fue sobreseído por la jueza Fabiana Palmaghini. “Al momento de ser atacado no tuvo otra vía más idónea para defender su vida que la utilizada”, justificó la magistrada, quien también dictó el procesamiento del agresor.
La jueza de Instrucción Fabiana Palmaghini -la misma que intervino en el caso de Nisman- dictó el sobreseimiento de Pedro González, el constructor que al intentar ser asaltado a bordo de su camioneta, que estaba estacionada en la calle Rio de Janeiro del barrio porteño de Caballito y disparó en tres oportunidades contra su presunto agresor. El caso tomó conocimiento público tras la difusión del video en el que González dispara y el presunto agresor cae.
Según consta en el expediente, el supuesto asaltante Ricardo Palazzo se acercó al vehículo de González “blandiendo la pistola marca Bersa calibre nueve” con la que golpeó el vidrio de la ventanilla delantera izquierda de la camioneta, para luego “comenzar a forzar la puerta con el fin de abrirla”. Ante ello, González tomó su pistola de la misma marca y calibre “con la que, desde el interior del rodado, apuntó en dirección a Palazzo y le disparó en tres oportunidades”.
Los disparos del imputado impactaron sobre el hombro derecho, la mano izquierda y la región inguinal de Palazzo, y le produjeron una fractura expuesta en la clavícula izquierda y una fractura en la primera falange del dedo índice de la mano izquierda. A González también se le reprochó la portación sin autorización de la pistola.
Tras ser indagado, Palmaghini no tuvo reparos de la declaración de González y lo sobreseyó por aplicación de la causal de legítima defensa. En su declaración, el imputado sostuvo que había ido para pagarle el sueldo a los empleados y que llevaba en su poder “la suma aproximada de doscientos mil pesos”, cuando observó “a un muchacho caminando por la vereda al lado de su vehículo, quien dio la vuelta y metió la mano en un bolso que llevaba”. González, pensando que “lo iba a matar” sacó su arma, le puso el cargador y disparó.
“Considero que no cabe más que desvincular definitivamente al nombrado del proceso seguido en contra”, adelantó la instructora, para quien las pruebas recogidas “permiten dar crédito a la versión de los hechos aportada por González”, que de hecho, motivaron el dictado del procesamiento con prisión preventiva Palazzo.
“El accionar de González fue completamente ajustado a derecho ya que lo que hizo fue intentar -de la manera que estaba a su alcance-, repeler la agresión desplegada por Palazzo para, de esa forma, salvar su propia vida”, asegura la jueza en su fallo. Para Palmaghini, “de no haber actuado de la manera que lo hizo, las consecuencias pudieron haberse desencadenado de manera inversa”.
Otro fundamento de la jueza instructora para tomar la postura del sobreseimiento, fue la actitud tomada por González, que cesó de disparar cuando Palazzo cayó al piso. Ello “denota sin duda alguna que la intención del imputado nunca fue la de darle muerte” sino que “solamente lo que pretendió fue defenderse y resguardar su vida, ya que en caso contrario, y de haber deseado lo primero, éste hubiera tenido posibilidad y oportunidad más que suficiente para continuar disparando”.
Conforme a esos fundamentos, se entendió que González “no se excedió en su accionar” porque era claro que hubo “una agresión ilegítima previa”, que fue el ataque que sufrió por parte de Palazzo.
Ello se vio corroborado por el video difundido, que para Palmaghini era “elocuente” respecto “a la necesidad de realizar cada una de las descargas, por cuanto su vida corría alto peligro ya que estaba siendo agredido por Palazzo quien, como se dijo, lo apuntó constantemente con el arma que llevaba, incuso luego de haber recibido el primer disparo”.
La conclusión fue que “en el accionar de González existió necesidad racional del medio empleado por cuanto se advierte que al momento de ser atacado no tuvo otra vía más idónea para defender su vida que la utilizada”