Tras la llamada a discutir un Régimen Penal Juvenil, ahora el Gobierno planea también una reforma del Código Penal. El ministro de Justicia, Germán Garavano, señaló al respecto que Argentina “es uno de los países con mayor nivel de impunidad de la región y del mundo". Los intentos de reforma anteriores.
Un nuevo intento por reformar integralmente el Código Penal, que se mantiene con reformas coyunturales que son “parches” desde su sanción en 1921. Tres años después del fallido intento sobre el final del mandato de Cristina Fernández de Kirchner, que reunió a una comisión especial liderada por el ex supremo Raúl Zaffaroni, e integrada por legisladores del ahora oficialismo como Federico Pinedo, o Ricardo Gil Lavedra y Maria Elena Barbagelata y León Arslanian, desde el gobierno de Mauricio Macri admiten que se busca modificar nuevamente las escalas penales.
El diario Clarín publicó este viernes la novedad, lo que fue reconocido posteriormente por el titular de la cartera de Justicia, Germán Garavano, en declaraciones a Radio Mitre. La idea es reunir a un comisión de expertos en la materia para hacer una “revisión general” del actual texto, integrada principalmente por jueces, fiscales y funcionarios judiciales. Buscan con ello terminar con las “incongruencias” entre las distintas escalas penales.
En declaraciones a Radio Mitre, Garavano reconoció que como parte del programa “Justicia 2020” la propuesta de debate de un Régimen de Responsabilidad Penal Juvenil es también “parte del Código Penal”, y que este año “se va a trabajar” en ambas reformas. Respecto del Código Penal, adelantó que las reformas no serán “sólo de las penas y cómputo de las penas”, sino también sobre “reincidencia, cuando hay imputabilidad o punibilidad”.
Respecto de las incongruencias, plasmadas en el ejemplo de la reciente sanción de la ley que prohíbe las carreras de galgos y que puede permitir que un organizador de una carrera tenga la misma condena que, por ejemplo, alguien que atropelló y mató a una persona, Garavano explicó “el Código tiene 900 modificaciones que se han hecho (…) y además tiene, aparte de incongruencias con las penas, tiene cosas que el Código dice que son en un sentido y hoy la jurisprudencia las ha llevado en sentido contrario, con lo cual tenemos jueces que aplican de un modo diverso el Código Penal, por ejemplo en los casos de penas en suspenso o la reincidencia”.
En declaraciones radiales, el Ministro de Justicia sostuvo que Argentina “es uno de los países con mayor nivel de impunidad de la región y del mundo", y que se grafica en el hecho de que "el número de personas condenadas es menor al 1 por ciento”, si se lo relaciona con la cantidad de hechos delictivos que se cometen., y que por eso “se requieren cambios profundos".
Intentos anteriores
La idea de reformar el Código Penal siempre estuvo en la agenda de los gobiernos, pero por tratarse de un tema tan sensible a la opinión pública, lo máximo que se llegó fue a realizar reformas coyunturales. La más recordada fue el paquete llamado “reforma Bloomberg” que incluyó modificaciones en el ordenamiento procesal y la elevación de las penas a determinas figuras delictivas.
Durante el gobierno de Néstor Kirchner también se elaboró un anteproyecto de reforma del Código, casualmente, fue durante la gestión del actual ministro de la Corte Suprema, Horacio Rosatti, al frente del Ministerio que hoy ocupa Garavano. De esa comisión también formó parte el abogado constitucionalista Raúl Gustavo Ferreyra.
El fundamento de ese anteproyecto es similar al esbozado hoy en día por el gobierno: “la necesidad de adecuación constitucional e internacional del texto vigente, de actualización técnico jurídica y de proporcionalidad y de coherencia de la respuesta punitiva”.
El último intento fue en 2014 y su debate estuvo ceñido en la polémica y en la discusión política. Sergio Massa, actual referente del Frente Renovador, fue una de sus principales detractores. El anteproyecto de Código Penal que se presentó en el Congreso traía como novedades la imposición de una pena máxima de treinta años de prisión, la eliminación de reincidencia y la incorporación de la “pena natural” y del principio de “insignificancia”.