El juez federal Jorge Urso, en quien había recaído la decisión respecto del planteo contra Bonadio, rechazó "in limine" la recusación planteada por el abogado Florencio Varela, defensor de cuatro de los militares acusados.
De ese modo, el expediente que se tramita por el viejo Código Procesal Penal seguirá tramitando ante el juez Bonadío. Varela, quien es el defensor de los ex militares Francisco Javier Molina, José Ramón Pereiro, Arturo Enrique Pelejero y Hermes Oscar Rodriguez, recusó a Bonadio por entender que el magistrado tenía "enemistad manifiesta hacia las Fuerzas Armadas".
Al analizar ese planteo, el juez Urso advirtió que tal como lo establece la doctrina "la enemistad es un estado de apasionamiento adverso que puede llegar a desviar al juez de la rectitud que debe guiar su pensamiento", hecho que "no se advierte" en este caso, ni fundamento "alguno que respalde las inferencias" de Varela.
Por otra parte, Urso advirtió que "la recusación es manifiestamente improcedente y debe ser rechazada de plano si se omite señalar cuál es el interés personal en el pleito".
De acuerdo a las normas procesales la resolución de Urso es "insusceptible de recurso", y por esa razón devolvió las actuaciones directamente a Bonadío para que siga adelante con la tramitación del sumario.
La intervención de Urso se produjo luego del rechazo por parte de Bonadio a la recusación planteada por Varela, tras la cual remitió la causa--tal como lo establece el viejo Código-- a la Cámara Federal para que, por sorteo, designe un juzgado que resuelva la cuestión.
Bonadio libró en su momento 46 órdenes de captura contra militares involucrados en esos hechos, algunos de los cuales recuperaron su libertad tras prestar declaración indagatoria.