El empresario comenzó este lunes a ser juzgado por el femicidio de su esposa, Claudia Schaefer, a quien se lo acusa de matar de 74 puñaladas en 2015. Bajo la modalidad de juicio por jurados, 12 ciudadanos ajenos al Poder Judicial serán las encargadas de declararlo culpable o no.
"Farré asesinó a su esposa porque ella tomó una decisión. Tomó la decisión de separarse", con esas palabras las fiscales Carolina Carballido Calatayud y Laura Zyseskin abrieron la ronda de alegatos de las partes y acusaron al empresario de los delitos de "homicidio doblemente agravado por el vínculo y por haber mediado violencia de género", que prevé un castigo de prisión perpetua.
Los cargos fueron compartidos por la querella, donde Jorge Sandro representa a los padres, hermana e hijos de Schaefer.
Por otra parte, la defensa de Fernando Farré, a cargo de Adrián Tenca, rechazó los delitos que se le imputan a su defendido y sostuvo que reaccionó con emoción violenta por una supuesta historia, hasta ahora desconocida y que se revelerá en los próximos días, que se enteró horas antes del crimen y que le produjo "una grave perturbación de la conciencia". Asimismo, negó la figura del femicidio y el componente de violencia de género.
Las actividades en los Tribunales de San Isidro comenzaron a las 9 de la mañana cuando llegaron las 46 personas preseleccionadas a partir de un sorteo del padrón de ciudadanos de la provincia de Buenos Aires, mayores de 21 y menores de 75, para integrar el jurado popular encargado de dictar la sentencia del caso. De esa cantidad, serían elegidas sólo 12, seis mujeres y seis hombres, y , por cualquier eventualidad, seis suplentes.
Durante el proceso de selección final, las personas eran interrogadas en grupo por las partes intervinientes en el juicio y escoltados en todo momento por personal de la policía bonaerense a fin de evitar que sean persuadidos, que tengan contacto con testigos o miembros de la defensa.
Estaban identificados con números que llevaban colgados en el pecho y cada tanto se les daba permiso para ir al baño, salir a fumar o tomar algo. Siempre en grupo y acompañados por miembros de la fuerza.
Una vez que fueron seleccionados los 12 que integran el jurado se dió inició al juicio donde recibieron estrictas órdenes por parte del juez de la causa, Esteban Andrejin, del Tribunal Oral en lo Criminal 2 de San Isidro, quien les especificó que está terminantemente prohibido, mientras dure el proceso judicial, que hablen entre ellos fuera de la audiencia, usar el celular, tener contacto con miembros de las partes, dar información por cualquier medio, buscar información en Internet, diarios o televisión, o hacer cualquier gesto que de lugar a sospecha. Si algo de eso ocurriera, todo el proceso quedará anulado.
Durante la jornada de hoy, donde sólo se leyeron los alegatos, permanecieron en silencio para escuchar con atención los argumentos de la fiscalía, la querella y la defensa para comenzar a pensar el caso. El veredicto final se debe dar por unanimidad y basta con que sólo uno de los miembros dude para que Farré sea declarado no culpable, en relación a los cargos que enfrenta.
El juez no tiene ningún tipo de injerencia en la sentencia y, en el caso que sea declarado no culpable, el fallo es inapelable.
Cómo sigue el juicio
En los próximos días declararán más de 54 testigos, entre amigos, compañeros de trabajo y la propia psicóloga de la víctima. También su abogado, que estuvo presente en el momento del hecho, y su hermana Sandra, quien actualmente tiene la custodia de los tres hijos de Schaefer y Farré.
Con este juicio no se busca determinar si el imputado fue el autor material del hecho, porque ya está comprobado, sino el estado de sus facultades mentales al momento de cometer el femicidio.