El ministro de Justicia bonaerense, Gustavo Ferrari, anunció un proyecto para establecer una escuela judicial obligatoria para acceder a una magistratura. Los antecedentes y las experiencias provinciales. ¿Cómo caerá esta propuesta en el Poder Judicial?
En los últimos tiempos, la Justicia se ha convertido en un blanco de críticas por las demoras en las causas de corrupción, las irregularidades en las investigaciones y el otorgamiento de salidas anticipadas a delincuentes, entre otras cuestiones. Esta situación propició diversas iniciativas para mejorar el servicio de justicia.
En esta línea, el ministro de Justicia de la provincia de Buenos Aires, Gustavo Ferrari, anunció un proyecto para establecer una escuela judicial obligatoria a los fines de capacitar a los futuros magistrados en materias como ética pública, elaboración de sentencias o administración de justicia.
"Estamos decididos a exigir una escuela judicial previa obligatoria en la provincia de Buenos Aires de dos años donde se enseñen técnicas determinadas, no derecho, que se aprende en la universidad”, afirmó Ferrari durante la Jornada Nacional de Justicia Laboral por la Competitividad Industrial.
Ferrari explicó que los candidatos "deberán dar examen teórico- práctico”, y aclaró: “No como el de ahora que es como el de secundario, en el que hay que acordarse de memoria algunos fallos".
La idea de evaluar los “conocimientos” y la “idoneidad” de los jueces no es nueva. En 2010, el entonces diputado santafesino, Alejandro Rossi, propuso que los magistrados rindan un examen cada cuatro años. También planteó que “la detección de un manifiesto desconocimiento del derecho” sea una causal de remoción y juicio político.
Hasta ahora, todas las iniciativas de examinar periódicamente a los jueces fracasaron, al igual que todos los intentos desde los gobiernos de que todos los jueces pagaran Ganancias como un mecanismo de control o penalización hacia los magistrados en un momento de grandes cuestionamientos públicos, como ahora.
Este proyecto no cayó bien dentro del Poder Judicial y fue el mismísimo presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti, quien rechazó la idea de tomar exámenes periódicos a los jueces. Finalmente, la propuesta no avanzó y quedó en el olvido.
En Neuquén se dio una situación similar luego de que el Tribunal Superior de Justicia provincial limitara la posibilidad de que el Consejo de la Magistratura local someta a los jueces y funcionarios a evaluaciones periódicas.
Aunque la mayoría de las propuestas se centran en la capacitación jurídica y el conocimiento específico de la materia, también han surgido iniciativas para evaluar de forma “integral” a los aspirantes a cargos en el Poder Judicial. Por ejemplo, en el Consejo de la Magistratura del Chaco se propuso tomar “exámenes psicotécnicos” a los candidatos.
En otras provincias, en cambio, se impulsaron cambios en el mecanismo de evaluación de aspirantes a jueces, fiscales, defensores oficiales y camaristas de distintos fueros de la Justicia. Tal es el caso de Mendoza, donde recientemente se presentó un proyecto para priorizar en las evaluaciones de candidatos los “antecedentes laborales” frente a los “científicos y académicos".