De ese modo, un tribunal de California benefició con la medida a Betty Bullock y la empresa, considerada como unos de los gigantes del mercado, deberá pagarle esa suma a raíz de los daños y perjuicios que le causó el consumo de los cigarrillos de la empresa.
Al tomar esa trascendental decisión el jurado consideró para su veredicto los daños "punitivos" contra la mujer de 64 años, que ya había recibido 850 mil dólares en concepto de indemnización compensatoria por el mismo tema.
Los daños punitivos, comunes en el derecho norteamericano, son sumas de dinero que los tribunales mandar pagar a la victima de ciertos ilícitos, y que se suman a las indemnizaciones ya fijadas por los daños realmente experimentados por esta. La finalidad de los daños punitivos no es reparar el daño, sino sancionar graves inconductas del demandado y prevenir hechos similares en el futuro
Según se detalló en el expediente, Bullock empezó a fumar a los 17 años y toda su vida consumió la marca de cigarrillos Benson and Hedges, fabricada por Philip Morris, hasta que se le diagnosticó un cáncer terminal de pulmón en febrero de 2001.
Al parecer, la sentencia provocó una caída del 5 por ciento en el valor de las acciones de Philip Morris, que arrastró el índice Dow Jones en Wall Street y lo hizo retroceder un 2,85 por ciento.
Al momento de la primera sentencia, de 850 mil dólares, el jurado determinó que la empresa había cometido fraude y negligencia, y ordenó que debía pagar a la mujer 750.000 dólares en daños económicos y 100.000 dólares por dolores y sufrimientos y en esa oportunidad comenzaron las deliberaciones para determinar los daños punitivos que a la postre resultaron una suma millonaria en contra de la empresa.
Bullock, al momento de la presentación afirmó que “la compañía ocultó durante mucho tiempo a los consumidores pruebas de la existencia de la relación entre el hábito del cigarrillo y el cáncer”.
Esta no es la prima condena en contra de la empresa ya que la Justicia estadounidense obligó hace unos meses a la tabacalera a pagar 79,5 millones de dólares a la familia de un fumador que murió de cáncer de pulmón en 1997 y otros 39,5 millones de euros (junto a las compañías Brown & Williamson y Ligett Group) a un ex abogado con cáncer y a su esposa.