RECHAZADOS. Resultaron los pedidos de los peritos de la Universidad Nacional de Tucumán, que intentaron sin éxito que el Tribunal Oral del caso AMIA ordenara que Diariodeljuicio.com retirara de su sitio web dos de las animaciones computadas que forman parte de la pericia que presentaron en la audiencia oral y por la que se concluye que la bomba que demolió la AMIA estalló justo en el frente del edificio. Los especialistas argumentaron ante el Tribunal Oral que las animaciones que Diariodeljuicio.com publicó en exclusiva, formaba parte de un trabajo que pretenden presentar en distintos foros de colegas ingenieros, ya que es una novedad en su disciplina. Sin embargo, el Tribunal rechazó el planteo por “improcedente”, en una resolución de una carilla. Es que en rigor se trata de un estudio realizado a pedido del mismo TOF 3 que fue pagado -y muy bien, según se comenta- con una partida especial dispuesta por el Consejo de la Magistratura del Poder judicial de la Nación. Además, el trabajo se expuso en la audiencia oral y pública, con lo cual, el sitio web especializado en el seguimiento del juicio no hizo más que cumplir con su compromiso con los lectores y la comunidad informativa: reflejar día a día y en profundidad lo que sucede en el extensísimo y particular proceso oral. Caso cerrado y noticia publicada.
ALTERADOS. Se los vio en la mañana previa al comicio, a varios miembros de la lista del oficialismo que competían para designar a los abogados que pasarían a integrar la representación de los letrados en el Consejo de la Magistratura. Sucedió que “el gran diario argentino”, el de mayor circulación del país, en una errata insalvable publicó que el líder de los abogados de la Capital Federal -no hace mucho fue elegido presidente del Colegio Público de Abogados en una muy buena elección-, aparecía apoyando decididamente a su lista opositora, nucleada mayoritariamente en el Colegio de la Ciudad de Buenos Aires, presidido por Roberto Durrieu, un hombre que manejó el área de Justicia en tiempos del Proceso. Hugo Germano, un hombre vinculado al Frepaso, aparecía así defendiendo a quienes encarnaban sus antípodas ideológicas. Quizás este hubiera sido un dato menor, si no fuera porque el escrutinio final dio una ventaja a los vencedores de solamente 100 votos (en un padrón de 85.000 abogados, con un alto grado de abstención). La pregunta recurrente ante la leche derramada era ¿quién habrá metido la pata? Para el futuro lo mejor será curarse en salud y ocuparse más puntillosamente de los temas de prensa.
LEADING CASE. En esta oportunidad no fijado a través de un fallo, sino a través de una estrategia de comunicación adoptada por una de las corrientes de opinión vinculadas a la elección, liderada por José Console, que proclamaba la abstención, en consonacia con el trillado “que se vayan todos” (que no venga nadie y que el último apague la luz) . Lo novedoso no era la propuesta, que desde hace tiempo y en elecciones de todo tipo viene cosechando varios adeptos -hubo un elevado porcentaje de gente que no fue a votar-, sino los volantes albicelestes que se usaron para comunicar la idea. “Abstención – Urnas vacías – Conciencia limpia. Un silencio que grita justicia”, era el rimbombante slogan de Console. Pero la sorpresa y novedad del panfleto estaba en el reverso, en donde dos restaurantes de la paqueta zona de Recoleta, esponsorizaban la propuesta política, ofreciendo descuentos, ante la presentación de tan bifonte volante. Abstención, urnas vacías y panza llena. Seguro que muchos en vez de ir a votar se fueron a almorzar.