Un panel sobre Innovación Tecnológica debatió sobre cómo afecta el avance tecnológico el ejercicio de la abogacía y el funcionamiento de la Justicia. Un fiscal porteño presentó un sistema de Inteligencia Artificial que puede redactar un dictamen en segundos.
En el cierre del XXIII Congreso de la UIBA se realizó el panel Innovaciones tecnológicas y el Derecho, en el que Gustavo Schotz, Sergio Herrera Álvarez, Juan Corvalán y Darío Veltani.
José Luis Piñar Mañas, delegado Nacional de Datos del Consejo General Abogacía Española, fue quien puso el foco en lo que será el futuro de la abogacía con la utilización de las nuevas tecnologías. Además de que alertó de los riesgos que corre la protección de los datos personales ante el avance tecnológico.
Piñar Mañas lanzó en su disertación la inquietud acerca de qué puede hacer el Derecho en este contexto, y que puede hablarse del “derecho a desconectar el chip”. “El derecho a no tener que estar todo el tiempo conectado a un chip que, créase o no, nos condena a estar vigilados”.
“Detrás de la Inteligencia Artificial aplicada al Derecho hay resultados exponenciales”
También reconoció que la redacción de nuevas normas que regulen fenómenos como el bitcoin o blockchain quedan siempre atrasadas porque el avance de la tecnología es “lo que manda”.
A su vez, Gustavo Schotz, director Nacional de los Derechos de Autor del Ministerio de Justicia de Argentina, habló de los contenidos “subidos“a las plataformas digitales y los posibles conflictos con la legislación sobre derechos de autor. “Desde el Estado no podemos regular este tema porque o se puede hacerlo sólo desde un país, sin colaboración internacional”, admitió.
Schotz también propuso un esquema de una Internet donde “haya datos” y “estén disponibles al usuario final desde el dispositivo que quiera”, con un centro de intercambio de información y con una Internet “libre” pero “no necesariamente gratuita”.
Sergio Herrero, decano del Ilustre Colegio de Abogados de Gijón, disertó acerca del efectivo acceso a la Justicia.
Pero fue Juan Corvalán, fiscal de la Ciudad de Buenos Aires quien se llevó las miradas de todo el auditorio cuando presentó en público las ventajas del sistema Prometea, que puede realizar un dictamen fiscal que tardaba horas e incluso días, en cuestión de segundos.
Prometea funciona en la Corte Interamericana de Derechos Humanos, logra notificar en unos minutos las notificaciones de opiniones consultivas a más de treinta Estados, lo que antes se realizaba en tres meses.
Corvalán explicó cómo funcionan las máquinas de inteligencia artificial y sus ventajas. “detrás de la Inteligencia Artificial aplicada al Derecho hay resultados exponenciales”, aseguró. “Si yo entreno un sistema de IA para que un sistema autocomplete una palabra, estoy enseñando a un algoritmo a reconocer información, como ocurre con el traductor de Google, que traduce mejor que 500 traductores humanos”.
El fiscal de la Ciudad detalló que al sistema Prometea “no se le enseña derecho en sentido humano”. Actualmente, Prometea esta siendo utilizado para resolver casos de caducidad de instancia y prescripción, pero en el futuro puede redactar demandas, contestaciones o sentencias.
Prometea funciona en la Corte Interamericana de Derechos Humanos, logra notificar en unos minutos las notificaciones de opiniones consultivas a más de treinta Estados, lo que antes se realizaba en tres meses.
“Básicamente, lo que hace la Inteligencia Artificial es optimizar el funcionamiento de a Justicia exponencialmente a la luz de un nuevo paradigma, que es la inteligencia de la interfaz. Yo chateo para entrenar a una maquina para que pueda resolver los procesos judiciales mas simples”, cerró Corvalán, para quien se está llegando a una era de "inteligencia híbrida" que es "IA más Inteligencia Humana"