El Senado de la Nación aprobó el proyecto de ley que libera el precio del papel prensa y, a partir de ahora, por el término de 10 años, habrá arancel cero para importación.
Durante las sesiones extraordinarias, la Cámara Alta convirtió en ley el proyecto que libera el precio del papel para diarios. Deroga artículos de la Ley 26.736, sancionada en 2011, que declaró de interés público la producción, comercialización y distribución de este insumo.
Con 45 votos afirmativos, 16 negativos y tres abstenciones, la normativa impulsada por Diego Bossio determina que el arancel de importación de papel prensa será del cero por ciento, con el objetivo de “garantizarle a los diarios más chicos que pueden importar sin aranceles”.
La nueva ley elimina la obligación de comercializar el papel para diario a un precio único y público de pago; desregula la cantidad de producción nacional y de importación de pasta celulosa, y no será obligatorio abastecer al mercado interno.
Con el rechazo del Frente para la Victoria (FPV), Cambiemos celebró la aprobación del proyecto y Federico Pinedo, presidente provisional del Senado, aseguró que la ley actual provoca la “inviabilidad de la industria”, por lo que consideró que hay que “quitar las restricciones” ante el avance del periodismo digital.
En esa línea, el legislador añadió que la ley aprobada durante el gobierno kirchnerista era “una reglamentación casi absoluta para el ejercicio de esta industria”, ya que “el Gobierno Nacional podía fijar el precio, decir cuánto papel se podía importar, cuánto había que invertir, etcétera”.
Contra la postura oficialista, Cristina Fernández expresó que con la aprobación de esta normativa se muestra “dónde está el poder en Argentina; un poder que se conecta con todas estas bancas de diferente manera pidiendo que acompañen la ley”. La ex presidenta agregó que la ley es “contraproducente para los intereses de todos los medios de comunicación pequeños de Argentina”.
La nueva ley elimina la obligación de comercializar el papel para diario a un precio único y público de pago; desregula la cantidad de producción nacional y de importación de pasta celulosa, y ya no será obligatorio abastecer al mercado interno.
Al rechazo del proyecto se sumaron, además del FPV, María Eugenia Catalfamo; Magdalena Solari Quintana; Fernando “Pino” Solanas; Magdalena Odarda; y Juan Carlos Romero.