La Cámara del Trabajo consideró discriminatorio el despido de una mujer trans que recibía hostigamientos constantes por parte de su jefe por su identidad sexual.
En los autos "D. H. R. J. c/ Aegis Argentina S.A. y otro s/ despido", la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo consideró que el despido de la demandante estuvo vinculado con su identidad de género y deberá ser indemnizada por la discriminación sufrida.
Los miembros del Tribunal calificaron como discriminatoria la decisión de la demandada de prescindir de los servicios de la accionante, invocando su imposibilidad de otorgarle tareas acordes a una incapacidad que no había sido determinada y, además, consignaron en sus registros una causal totalmente diferente a la agitada en la misiva rupturista.
La mujer recibió diferentes tipos de maltratos por parte de sus superiores, quienes insistían en llamarla por el nombre masculino, la presentarse ante los clientes que atendía como hombre, no le permitían utilizar el baño para mujeres y la sancionaron por tomarse un día para realizar el trámite de cambio de nombre en su DNI.
Los camaristas explicaron que la empresa dio por finalizado el vínculo pero no logró demostrar que se encontraban reunidos los presupuestos legales, esto es, "la imposibilidad de otorgarle tareas acordes a la capacidad de la trabajadora por causas inimputables a ella; máxime cuando la trabajadora, a la época del despido, ni siquiera contaba con el alta médica y, mucho menos, con una disminución definitiva en su capacidad laboral".
En esa línea, los jueces resaltaron que los demandados tampoco pudieron demostrar en la causa el motivo por el cual no pudieron destinar a la accionante momentáneamente a otro tipo de tareas.
Por lo tanto, consideraron que la compañía incumplió en lo previsto por el artículo 212 de la Ley de Contrato de Trabajo, "en tanto ha transgredido los principios de continuidad del contrato y de buena fe que deben primar en este ámbito".
La mujer recibió diferentes tipos de maltratos por parte de sus superiores, quienes insistían en llamarla por el nombre masculino, la presentarse ante los clientes que atendía como hombre, no le permitían utilizar el baño para mujeres y la sancionaron por tomarse un día para realizar el trámite de cambio de nombre en su DNI.