La Asociación de Magistrados celebró su cena de fin de año con presencias destacadas. Su titular Marcelo Gallo Tagle, pidió discutir reformas que mejoren los trámites judiciales. La nueva ministra de Justicia Marcela Losardo abogó por una Justicia “fuerte e independiente”, mientras que el presidente de la Corte, Carlos Rosenkrantz, aseguró los jueces deben militar, pero por el derecho.
El mundo judicial despidió el 2019 y se mostró expectante en un contexto de cambio de gobierno. La Cena de fin de año de la Asociación de Magistrados y Funcionarios de la Justicia Nacional (AMFJN) fue la primera ocasión en la que, de manera oficial, los miembros del Poder Judicial tuvieron contacto con funcionarios del nuevo gobierno.
La recientemente designada ministra de Justicia, Marcela Losardo, fue la presencia destacada del convite celebrado en el Alvear Icon Hotel de Puerto Madero, quien estuvo en la mesa principal junto con las altas autoridades de la Justicia: el presidente y vice de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Carlos Rosenkrantz y Elena Highton de Nolasco, y el titular de la AMFJN, Marcelo Gallo Tagle. Todos ellos fueron oradores en la gala, que tuvo concurrencia masiva
Gallo Tagle, que le tocó encabezar la entidad tras la intempestiva renuncia a principios de años de Hernán Monclá, quien había sido el presidente electo de la AMFJN, emitió el primero de los tres discursos de la noche, que giraron en torno a tres ejes: independencia judicial, búsqueda de consensos para reformas necesarias y el rol de la magistratura.
Ganancias también fue un tema de discusión, Gallo Tagle apuntó que "el mandato constitucional de igual remuneración por igual tarea debe regir para todos los trabajadores, sin distinción del ámbito en el que se desempeñen ni de la función que cumplan”
Esperanza
El titular de la AMFJN habló de “esperanza” en su discurso, en el que defendió el valor de la independencia del Poder Judicial contra cualquier ataque, ya sea disciplinario con denuncias infundadas ante el Consejo de la Magistratura, como económico, con cualquier modificación que afecte el principio de intangibilidad de las remuneraciones.
“Esta Asociación de Magistrados y Funcionarios de la Justicia Nacional no tiene más partido que el de la Constitución Nacional, ni más reglas que las de la República. La independencia del Poder Judicial es una de ellas… y de las más importantes. Sin Justicia independiente no hay República ni hay Democracia”, expresó Gallo, ante el aplauso de la audiencias.
La necesidad de reformas, tanto en procedimientos como legislación de fondo, y también en el mecanismo de selección de magistrados, fue otro de los puntos de contaco. Gallo Tagle reconoció que los integrantes del Poder Judicial “están dispuestos y deseosos de trabajar con los Poderes Ejecutivo y el Legislativo para discutir las necesarias reformas que mejoren y aceleren los trámites judiciales”.
“Especialmente en los fueros en los que las demoras más impactan en el día a día del ciudadano de a pie, como es el caso de los fueros civil, comercial, laboral y de la seguridad social”, aseguró.
El orador hizo un reconocimiento a las reformas que se vinieron aplicando, ya sea la implementación del Código Procesal Penal Federal, la oralidad civil o el procedimiento de flagrancia, reconociendo que todas ellas “se implementaron sin refuerzos presupuestarios, adecuaciones edilicias, o innovaciones tecnológicas de importancia, cuestión que deja a las claras que la esencia de su realización se identifica directamente con el compromiso con la función pública de jueces, fiscales, defensores y secretarios”.
Finalmente, dio un mensaje claro en materia del pago de impuesto a las ganancias por parte de los integrantes de la Justicia: “el mandato constitucional de igual remuneración por igual tarea debe regir para todos los trabajadores, sin distinción del ámbito en el que se desempeñen ni de la función que cumplan”.
“Cuando me preguntan por la falta de credibilidad del Poder Judicial, me enojo seriamente, porque conozco mucho a sus integrantes y me consta que la mayoría son justos y probos y que, sólo por algunos, esa mayoría carga una mochila que no le corresponde”, recnoció Losardo
Justicia, género e inclusión
Por primera vez, la cartera de Justicia está comandada por una mujer, y la paridad de género en el Poder Judicial y los Ministerios Públicos fue un punto central de la segunda oradora, en el discurso que más expectativas generó, por tratarse de la presentación de Marcela Losardo – una vieja conocida- como nueva ministra.
Losardo recalcó que “una democracia sin justicia realmente independiente no es democracia, no hay justicia independiente si se posa en ella la mano del poder político”. De la misma forma que el presidente Albero Fernández, en su discurso de asunción, habló del “Nunca Más” en a la “Justicia contaminada”, la ministra pidió “que como hombres y mujeres del Derecho nos sumemos a la consigna de que nunca más haya políticos ni poderosos tomando decisiones que sólo le corresponden a la Justicia”.
La ministra dijo creer en un Poder Judicial “independiente, libre, probo, limitado sólo por la ley, que rinda cuenta de sus actos como el resto de los funcionarios públicos y que imparta justicia sólo por el imperio de la ley” y, al igual que Gallo Tagle, se mostró abierta a debatir sobre las reformas necesarias.
Tomando conceptos del nuevo presidente – como el de “comenzar por los últimos para llegar a todos”- Losardo hizo vislumbrar un giro en materia de política criminal, desechando la idea de discutir el régimen de responsabilidad penal juvenil sólo en torno a la edad de imputabilidad, o poniendo sobre la mesa la crisis carcelaria. Abogó también por tener “un Estado que prevenga antes que uno que castigue”.
Finalmente, se refirió a uno de los grandes problemas que afecta al Poder Judicial, que es su falta de credibilidad. Respecto a ese punto, Losardo aseguró: “cuando me preguntan por la falta de credibilidad del Poder Judicial, me enojo seriamente, porque conozco mucho a sus integrantes y me consta que la mayoría son justos y probos y que, sólo por algunos, esa mayoría carga una mochila que no le corresponde”, tras lo cual sonaron fuertes aplausos.
Rosenkrantz pidió "tener empatía con las partes y ser trabajadores incansables en busca de la verdad judicial; también tenemos la obligación de ser sensibles a los hechos, a los pliegues de la realidad”.
Jueces “militantes”
El cierre de la jornada estuvo a cargo del presidente de la Corte, Carlos Rosenkrantz. Distendido, el titular del Máximo Tribunal pidió “mirar para adelante” y dio un discurso en el que reforzó su postura filosófica del derecho y su visión en cuanto al rol de los jueces, haciendo alusión a los llamados “jueces militantes”.
“Para acometer el desafío de impartir justicia es necesario contar con recursos económicos que otros poderes del Estado nos tienen que facilitar. Esta es una cuestión que tenemos todos muy bien internalizada. Pero de lo que depende nuestro futuro es de las virtudes personales que todo juez debe encarnar para impartir justicia”, consignó.
Para el presidente de la Corte, los jueces “debemos tener empatía con las partes y ser trabajadores incansables en busca de la verdad judicial; también tenemos la obligación de ser sensibles a los hechos, a los pliegues de la realidad”. También consideró imprescindible que los magistrados sepan sopesar argumentos y sean “claros y precisos para ganar la autoridad que debe caracterizar nuestra investidura”. “Las sentencias además de ordenar deben convencer”, subrayó.
Rosenkrantz, siempre defensor del apego a las reglas y procedimientos como forma de garantizar el correcto funcionamiento de la sociedad, y de la independencia, incluso de las propias convicciones del juez, a la hora de resolver el caso, pidió que la “militancia” de un magistrado sea en ese sentido, y no en otro partidario o ideológico: “debemos resistir la humana tentación de decidir los casos para que se produzca el estado de cosas que nos gustaría. Así, si los jueces debemos ser militantes en algo, debemos ser militantes del Derecho”, cerró, ante el aplauso del auditorio.