La película Historia de un matrimonio enlaza los problemas de una pareja en crisis y el papel de los abogados en el proceso de divorcio.
“Los abogados penales ven a los malos en su mejor momento. Los de divorcios ven a los buenos en su peor momento. Para cuando esto acabe, nos odiarás sólo por lo que representamos en tu vida”. Esta frase forma parte de los diálogos de Historia de un matrimonio y resume gran parte de la película.
La cinta dramática, nominada al Oscar en varias categorías, está protagonizada por Scarlett Johansson y Adam Driver, acompañados por un elenco integrado por Laura Dern, Ray Liotta y Alan Alda. La película puede verse en Netflix y es una de las apuestas principales de la compañía de entretenimiento estadounidense.
La historia de centra en una pareja formada por Charlie, un talentoso director teatral, y Nicole, una talentosa actriz, que se encuentra en un proceso de divorcio, el que pactaron llevar adelante sin abogados y en buenos términos por el bienestar de su hijo en común.
Sin embargo, Nicole decide mudarse de Nueva York a Los Ángeles con el menor y contrata a una famosa abogada y experta en divorcios protagonizada por la actriz Dern, ganadora del Golden Globes a la mejor actriz de reparto.
El director de la cinta cinematográfica, por momentos, esboza una especie de crítica al sistema burocrático y judicial, como también al papel de los profesionales quienes en la historia agravan el conflicto con sus estrategias legales, lo que implica altos costos económicos - la protagonista hipoteca su casa para afrontar los honorarios- y emocionales.
A su vez, Charlie se ve obligado a recorrer despachos de abogados en busca de un profesional que lo ayude a afrontar el juicio. Tras un largo derrotero y frente a la posibilidad de perder la custodia del hijo, el personaje contrata un letrado interpretado por Liotta.
A partir de allí la pareja trascurrirá un complicado proceso de divorcio, donde ambos sacarán a la luz los problemas de la relación y sus debilidades como progenitores. Los abogados se convertirán en los villanos de la película al manipular información íntima de la pareja como parte de la estrategia para lograr que sus clientes consigan la mejor parte en la división de bienes y el régimen de cuidado del menor.
El director de la cinta cinematográfica, por momentos, esboza una especie de crítica al sistema burocrático y judicial, como también al papel de los profesionales quienes en la historia agravan el conflicto con sus estrategias legales, lo que implica altos costos económicos - la protagonista hipoteca su casa para afrontar los honorarios- y emocionales.